El balance de víctimas mortales en la explosión accidental en una fábrica pirotécnica del estado indio de Rajasthan, en el oeste del país, ha aumentado a 22, entre ellas 10 niños, y 17 heridos. La deflagración se ha producido a sólo unos días de que comience el festival de luces, uno de los más grandes festivales de India.
'Tenemos noticias de 22 muertos en este momento, y podría haber una o dos muerte más entre algunos de los heridos más graves', explicó a Reuters R. Narsimha Rao, inspector general de Policía del estado de Rajasthan. 'Haremos algunas detenciones dentro de muy poco en relación con la explosión', añadió.
La explosión accidental se produjo a sólo unos días del comienzo de la fiesta de Diwali, o festival de las luces, en la que millones de indios salen a la calle para lanzar fuegos artificiales. Meses antes, en muchas partes del país surgen numerosas fábricas pirotécnicas ilegales y casi la totalidad de sus trabajadores son niños, indicó una organización de derechos de los menores.
Los niños de familias pobres trabajan clandestinamente en estas fábricas improvisadas, que se crean habitualmente en viviendas, y casi cada año se producen accidentes fatales.
Contratar a niños para trabajos peligrosos como fuegos artificiales o en la industria eléctrica fue prohibido por el Gobierno en 1987.
Los servicios de emergencia continuaban retirando los restos del edificio siniestrado por si hubiera supervivientes. 'El impacto de la explosión fue enorme y me desplazó hasta al menos cinco casas de distancia', indicó Rao.
Otro policía señaló que todavía sale humo de los escombros, por lo que hace muy difícil las tareas de rescate. 'Unos testigos nos han dicho que la fábrica estaba llena de petardos', aseguró. Los vecinos de la zona se unieron a la búsqueda y voluntarios de la Policía trabajaron durante toda la noche.
La explosión accidental se produjo a sólo unos días del comienzo de la fiesta de Diwali, o festival de las luces, en la que millones de indios salen a la calle para lanzar fuegos artificiales. Meses antes, en muchas partes del país surgen numerosas fábricas pirotécnicas ilegales y casi la totalidad de sus trabajadores son niños, indicó una organización de derechos de los menores.
Los niños de familias pobres trabajan clandestinamente en estas fábricas improvisadas, que se crean habitualmente en viviendas, y casi cada año se producen accidentes fatales.
Contratar a niños para trabajos peligrosos como fuegos artificiales o en la industria eléctrica fue prohibido por el Gobierno en 1987.
Los servicios de emergencia continuaban retirando los restos del edificio siniestrado por si hubiera supervivientes. 'El impacto de la explosión fue enorme y me desplazó hasta al menos cinco casas de distancia', indicó Rao.
Otro policía señaló que todavía sale humo de los escombros, por lo que hace muy difícil las tareas de rescate. 'Unos testigos nos han dicho que la fábrica estaba llena de petardos', aseguró. Los vecinos de la zona se unieron a la búsqueda y voluntarios de la Policía trabajaron durante toda la noche.
