La presidenta alemana no ve grandes diferencias para la unión bancaria

Merkel y Hollande invocan la amistad de ambos países para luchar contra la crisis

Hollande y Merkel, ayer en Berlín. (Foto: MARIJAN MURAT)
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, invocaron ayer la amistad entre los dos países para hacer frente a la situación actual, marcada por la crisis de la eurozona y la discusión sobre fórmulas para superarla. Ambos se reunieron en la ciudad Ludwigsburg (suroeste de Alemania), la misma en la que, en septiembre de 1962, el entonces presidente francés, el general Charles De Gaulle, pronunció un discurso en el que llamó a la reconciliación y aseguró que el futuro de Europa estaba en manos de la juventud de los dos países.
Hollande definió la relación entre Francia y Alemania como la de un 'viejo matrimonio' por lo que es normal que a veces haya diferencias pero se mostró convencido de que, como lo quiso De Gaulle, la relación entre los dos países siga siendo la piedra angular sobre la que se construya Europa. Ahora Europa no tiene guerras, eso lo hemos dejado atrás, pero tenemos otros retos. La respuesta a esos retos es más Europa. Europa derrotará a la crisis', dijo el presidente francés Hollande. 'Hay que introducir la supervisión bancaria, hay que estabilizar la eurozona y crear una nueva gobernabilidad para Europa. Es el momento de profundizar nuestras relaciones para que Europa tenga instituciones que respondan a los retos actuales', agregó .

Merkel aseguró que las diferencias respecto a los planes para crear una unión bancaria no son tan grandes. 'En ese puntos no estamos tan lejos el uno del otro', dijo Merkel, que advirtió también de que no tiene sentido 'hacer rápidamente algo que luego no funcione'. Para ella, la creación de una supervisión bancaria es una condición para que los bancos con problemas puedan recibir directamente ayuda de los fondos de rescate.

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