El jefe del Ejecutivo italiano, Enrico Letta, rechazó ayer las dimisiones presentadas por los cinco ministros del conservador partido Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, con las que se abrió la crisis de Gobierno que afecta desde el fin de semana a Italia. Letta decidió no aceptar las dimisiones que habían sido presentadas el lunes formalmente por los cinco correligionarios de Berlusconi, entre ellos el viceprimer ministro Angelino Alfano, y que entonces fueron calificadas de 'irrevocables'.
El anuncio de la Presidencia italiana se producía poco después de conocerse que la corriente moderada del Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, incluido el 'número dos' del partido, Angelino Alfano, se desmarcaba de la línea fijada por su líder al manifestar su disposición a apoyar al Gobierno de Enrico Letta en el voto de confianza al que se someterá hoy en el Parlamento.
Tras reunirse en la sede de la presidencia del Gobierno con Letta, Alfano, secretario político del PDL y considerado el delfín político de Berlusconi, abogó por que todo el partido apoye al primer ministro en el Parlamento. Unas declaraciones en las que coincidió con el senador Carlo Giovanardi, quien aseguró que existe un grupo de al menos 40 parlamentarios del PDL dispuestos a apoyar la continuidad de Letta y rechazó la postura que defiende el ala más radical de la formación, que apuesta por la ruptura inmediata y convocatoria de elecciones anticipadas.
ANTE LA CÁMARA
Con este paso adelante, se abren nuevos escenarios de cara a hoy, cuando Letta comparecerá ante las Cámaras para defender su programa de Gobierno y con la intención de verificar si todavía cuenta con un apoyo mayoritario tras la apertura, el sábado, de una crisis en el Ejecutivo con la dimisión de los cinco ministros de su gabinete pertenecientes al PDL, entre ellos Alfano.
Y es que mientras el primer ministro cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados, en el Senado, sin un apoyo del PDL, le faltarían una veintena de votos para superar un eventual voto de confianza.
Pese a la toma de posiciones del ala moderada del PDL, las negociaciones en el seno de la formación siguen adelante y no puede descartarse un nuevo giro de los acontecimientos incluso horas antes de la apertura de la sesión cameral.
Sin embargo, son cada vez más las voces que apuntan a una ruptura dentro del partido de Berlusconi, que hasta ahora había cerrado siempre filas en torno a su líder. En este contexto, la atención se centra ahora en Italia en ver cómo actuará Berlusconi y en si es posible que ceda ante las razones del ala moderada de su partido y dé marcha atrás, aunque esto parece difícil después de que el lunes asegurara que la experiencia de su formación en el Gobierno había acabado.
Tras reunirse en la sede de la presidencia del Gobierno con Letta, Alfano, secretario político del PDL y considerado el delfín político de Berlusconi, abogó por que todo el partido apoye al primer ministro en el Parlamento. Unas declaraciones en las que coincidió con el senador Carlo Giovanardi, quien aseguró que existe un grupo de al menos 40 parlamentarios del PDL dispuestos a apoyar la continuidad de Letta y rechazó la postura que defiende el ala más radical de la formación, que apuesta por la ruptura inmediata y convocatoria de elecciones anticipadas.
ANTE LA CÁMARA
Con este paso adelante, se abren nuevos escenarios de cara a hoy, cuando Letta comparecerá ante las Cámaras para defender su programa de Gobierno y con la intención de verificar si todavía cuenta con un apoyo mayoritario tras la apertura, el sábado, de una crisis en el Ejecutivo con la dimisión de los cinco ministros de su gabinete pertenecientes al PDL, entre ellos Alfano.
Y es que mientras el primer ministro cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados, en el Senado, sin un apoyo del PDL, le faltarían una veintena de votos para superar un eventual voto de confianza.
Pese a la toma de posiciones del ala moderada del PDL, las negociaciones en el seno de la formación siguen adelante y no puede descartarse un nuevo giro de los acontecimientos incluso horas antes de la apertura de la sesión cameral.
Sin embargo, son cada vez más las voces que apuntan a una ruptura dentro del partido de Berlusconi, que hasta ahora había cerrado siempre filas en torno a su líder. En este contexto, la atención se centra ahora en Italia en ver cómo actuará Berlusconi y en si es posible que ceda ante las razones del ala moderada de su partido y dé marcha atrás, aunque esto parece difícil después de que el lunes asegurara que la experiencia de su formación en el Gobierno había acabado.
