Las fuerzas de seguridad sirias efectuaron ayer disparos al aire para dispersar a los manifestantes en Deraa, en una nueva jornada de protestas en esta ciudad meridional, epicentro de la revuelta contra el régimen sirio. Un residente de Deraa explicó por teléfono que las fuerzas de seguridad dispararon al aire pero no en contra de los manifestantes, como apuntaban algunas informaciones.
Las protestas se concentraron en los alrededores de la mezquita Al Omari, situada en una plaza bautizada por los manifestantes de la oposición como Plaza de la Dignidad. Este lugar se convirtió en el centro de la revuelta, ya que decenas de manifestantes se refugiaron en ella en los primeros días de la rebelión. Por su parte, el grupo islámico sirio Hermanos Musulmanes responsabilizó ayer al presidente Bashar el Asad del 'derramamiento de sangre del pueblo'. En un comunicado, los Hermanos Musulmanes rechazaron 'todas las alegaciones que intentaron justificar los que cometieron crímenes contra la humanidad'.
Al Asad guarda silencio desde el comienzo de la revuelta y no se pronunció sobre los incidentes, aunque su gobierno ya anunció una serie de medidas sociales y políticas para acallar las protestas. Sobre este particular, el vicepresidente Faruq al Sharaa afirmó que en los próximos días el mandatario anunciará una importante decisión al pueblo sirio.
Siria es escenario desde mediados de este mes de protestas políticas en distintos puntos del país, que hasta ayer se saldaron con al menos 70 fallecidos, lo que llevó ayer a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, a denunciar la 'peligrosa espiral de violencia' que se registra en Siria con el asesinato de manifestantes pacíficos. A través de un comunicado, Pillay solicitó a Siria 'sacar lecciones de lo ocurrido en el norte de África y en el Magreb'.
Al Asad guarda silencio desde el comienzo de la revuelta y no se pronunció sobre los incidentes, aunque su gobierno ya anunció una serie de medidas sociales y políticas para acallar las protestas. Sobre este particular, el vicepresidente Faruq al Sharaa afirmó que en los próximos días el mandatario anunciará una importante decisión al pueblo sirio.
Siria es escenario desde mediados de este mes de protestas políticas en distintos puntos del país, que hasta ayer se saldaron con al menos 70 fallecidos, lo que llevó ayer a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, a denunciar la 'peligrosa espiral de violencia' que se registra en Siria con el asesinato de manifestantes pacíficos. A través de un comunicado, Pillay solicitó a Siria 'sacar lecciones de lo ocurrido en el norte de África y en el Magreb'.
