El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha concluido hoy satisfecho su participación en la Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl, donde ha recibido su primera invitación para visitar la Casa Blanca y ha zanjado la polémica sobre la economía española suscitada por el primer ministro italiano, Marino Monti.
En rueda de prensa para hacer balance de la cumbre, Rajoy ha destacado la importancia del evento, centrado en la prevención del terrorismo nuclear, pero no ha ocultado el interés que tenía por reunirse con varios líderes extranjeros y apoyar los intereses económicos españoles, objetivo prioritario de su política exterior.
En el día de su 57 cumpleaños no ha tenido un minuto libre y ha mantenido ocho entrevistas bilaterales, al margen del esperado encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Han sido apenas dos minutos de charla en los que Obama le ha invitado a visitarle en el despacho oval y ha confiado en recibirle en breve, a lo que Rajoy ha respondido que acudirá 'con mucho gusto'.
Según han apuntado fuentes del Gobierno español, Obama ha destacado que los gabinetes de los dos gobiernos están trabajando 'muy bien juntos' y la Casa Blanca ha señalado después su interés por colaborar con el nuevo jefe del Ejecutivo español y 'fortalecer lazos' entre los dos países.
Con Monti no había prevista una entrevista bilateral, pero el italiano ha querido explicar personalmente a Rajoy que sus recientes críticas a la economía española y su advertencia de que existía un riesgo de contagio eran un 'malentendido'.
Rajoy ha dado por zanjada la polémica y ha dicho que las declaraciones de Monti son 'cosas del pasado', pero le ha recordado la necesidad de que los socios europeos se ayuden y sean 'solidarios' en momentos de dificultad.
Los negocios de las empresas españolas y sus intereses en sectores estratégicos han centrado sus entrevistas con los presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, y de Sudáfrica, Jacob Zuma.
Rajoy se ha reunido también con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que le ha asegurado que asistirá a la Cumbre Iberoamericana de Chile; con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper; y con el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, con quien volverá a verse en España en el segundo semestre del año para celebrar una reunión de alto nivel.
Ha tenido también ocasión de ratificar ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el compromiso de España con iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, aunque sufrirán las restricciones presupuestarias; y ha analizado con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Romuy, el compromiso para reducir el déficit y poner en marcha reformas que favorezcan el crecimiento.
Ante el plenario de la cumbre, el presidente del Gobierno español ha instado a la comunidad internacional a poner en común sus recursos, sus informaciones y su experiencia para prevenir y reaccionar con eficacia ante la amenaza del terrorismo nuclear.
España seguirá coordinando hasta 2013 la Iniciativa Global contra el Terrorismo Nuclear y Rajoy ha dejado claro que su país se mantendrá a 'la vanguardia' de esta lucha, convencido de que la paz y la seguridad internacional exigen un compromiso activo.
Ha destacado también la apuesta de los líderes mundiales por la prevención de catástrofes nucleares como la de Fukushima y los controles que España ha realizado para garantizar la resistencia de sus centrales.
Rajoy ha confesado que se encontraba cansado tras una jornada intensa y un viaje de cerca de catorce horas hasta Seúl, pero se ha mostrado satisfecho.
Como recuerdo de su cumpleaños le quedará el aplauso de los más de cincuenta líderes asistentes a la cumbre, la tarta de chocolate que le ha enviado al hotel el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, y los gemelos de piedra chilena que le ha regalado Piñera.
'Cumplir años nunca es bueno, pero no cumplirlos es mucho peor', ha comentado resignado para agradecer las felicitaciones.
