El dirigente dijo vía telefónica a un amigo ruso que está 'sano y salvo' en Trípoli y no se dejará atrapar

Los rebeldes toman el fortín de Gadafi, que sigue oculto

Un grupo de rebeldes libios muestra su júbilo por las calles de Trípoli. (Foto: MARCO SALUSTRO)
Con el líder libio, Muamar El Gadafi, aún en paradero desconocido, fuerzas insurrectas lograron ayer quebrar la resistencia de su fortaleza, donde parece que se libra una de las últimas batallas por el control definitivo de la capital. Según fuentes de los rebeldes, casi toda Trípoli está ya en su poder, y sólo algunos focos en diferentes barrios de la urbe, incluida la propia fortaleza de 'Bab al Aiziya', resisten aún el avance.
Aunque las noticias son confusas, parece que una partida de hombres armados logró penetrar en el interior del complejo presidencial, donde el estruendo de las balas se mezcló con los vítores del triunfo. Con los fusiles en alto y el júbilo escrito en el rostro, los insurgentes comenzaron a gritar 'Ala es el más grande. Bab al Aziziya ha caído, Trípoli es libre'.

Las imágenes proporcionadas por las televisiones árabes muestran, por su parte, grupos de milicianos que se pasean por el interior de la fortaleza, donde al parecer no se escondía ni el líder libio ni sus hijos. Los rebeldes buscan ahora, entre escombros y columnas de humo negro, leales del régimen a los que desarmar y símbolos del dictador que arrasar.

De acuerdo con el relato de la cadena de televisión qatarí Al Yazira, pese a que soldados opusieron gran resistencia, e incluso lograron en un primer momento repeler el primer gran asalto contra una de las puertas de la enorme residencia, después entregaron las armas a los rebeldes sin mayor resistencia. .


PASO FIRME

Según medios árabes, las tropas de Gadafi atacaron con artillería pesada la propia plaza Verde -denominada por los rebeldes 'plaza de los Mártires'- y proyectado con ello las sospechas sobre la declaración de los insurrectos de que controlan la capital. En el este de la capital, los alzados parecen avanzar con paso firme hacia la terminal petrolera de Ras Lanuf, tras arrebatar la ciudad costera de Ageila a los soldados gadafistas. Según líderes militares rebeldes, sus hombres ya controlan más del 75 por ciento del país.

Mientras los rebeldes se afanan en ello, las conjeturas sobre el destino de Gadafi y de sus hijos más belicosos prosiguen en medio de la confusión. La única noticia que se tiene a la fecha fue proporcionada el lunes por el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsán Iliumzhínov. Según el directivo ruso, que suele compartir tablero con el coronel, Gadafi le llamó por teléfono para anunciarle que está 'sano y salvo' y que no se dejará atrapar. Iliumzhímov aseveró que durante la breve conversación telefónica el líder libio le confirmó que se encuentra en la capital, que no tiene intención de abandonar el país y que las informaciones de las televisiones occidentales son falsas'.

Durante ese espacio de tiempo, corto por motivos de seguridad según el ajedrecista, el coronel también se mostró confiando en la vitoria, agradeció su apoyo a quienes aún le apoyan y aseguró que 'no nos pueden localizar'. Iliumzhínov también aseguró que junto Gadafi se hallaba su hijo mayor, Mohamad.

Quien sí se hizo presente ha sido su hermano, Seif al Islam, quien también el lunes reapareció en el centro de la capital, rodeado por sus fieles.

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