El Gobierno británico está dispuesto a eliminar todo su arsenal de bombas racimo en respuesta al clamor popular contra esas armas que han causado la muerte o dejado lisiados a miles de inocentes.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores citadas por el diario The Guardian señalan que el Gobierno de Gordon Brown se dispone a dar ese paso radical a pesar de la oposición de sus militares.
El arsenal británico consiste en la bomba de artillería israelí M85, utilizada en la invasión de Irak, así como en la MT3, que llevan a bordo los helicópteros Apache.
El Primer Ministro apoya firmemente esa idea y quiere que firmemos, dijeron las citadas fuentes en referencia al tratado para la prohibición de las bombas racimo que se negocia actualmente en Dublín.
El Gobierno irlandés, que preside las negociaciones, aspira a que se adopte el tratado esta noche.
Según The Guardian, el Gobierno laborista aceptaría el que sus fuerzas se deshicieran inmediatamente de las armas M85 pero pretende en cambio la eliminación gradual de las MT3 de su arsenal.
Los participantes en las negociaciones seguían discutiendo la pasada noche la cuestión de si las tropas de los países que suscriban el tratado pueden llevar a cabo operaciones conjuntas con otros como Estados Unidos que no están dispuestos a hacerlo.
Negarse a ello equivaldría a violar otros compromisos contraídos, por ejemplo, con la OTAN, lo que tendría graves implicaciones prácticas, señalan fuentes.
Por otro lado, el Gobierno de Londres quiere seguir permitiendo a Estados Unidos el almacenamiento de bombas racimo en sus bases en territorio británico.
Grupos de defensa de los derechos humanos que propugnan la prohibición total de ese tipo de armas dijeron el martes que el tratado estaba en peligro por la negativa norteamericana a eliminarlas de sus bases aéreas en el Reino Unido.
Con todo, se trataría de presionar a los norteamericanos para que se abstuviesen de utilizar sus bombas racimo en operaciones conjuntas con países que firmen el tratado de prohibición y almacenamiento.
Estas armas son muy polémicas porque diseminan bombas muy pequeñas en una amplia zona, muchas de las cuales no explosionan al hacer impacto y pueden ser activadas más tarde si las pisa o toca algún civil.
Causaron más de doscientas víctimas entre la población civil durante el año siguiente al alto el fuego en el Líbano y ocasionaron más víctimas civiles en Kosovo en 1999 y en Irak en el 2003 que cualquier otro sistema de armas.
El artículo 1 del tratado que se negocia ahora y que se aspira a firmar en Oslo a comienzos de diciembre prohíbe el uso, la transferencia y el almacenamiento de esta clase de munición.
Estados Unidos, Israel, Rusia, China, la India y Pakistán no participan, sin embargo, en las negociaciones.
El arsenal británico consiste en la bomba de artillería israelí M85, utilizada en la invasión de Irak, así como en la MT3, que llevan a bordo los helicópteros Apache.
El Primer Ministro apoya firmemente esa idea y quiere que firmemos, dijeron las citadas fuentes en referencia al tratado para la prohibición de las bombas racimo que se negocia actualmente en Dublín.
El Gobierno irlandés, que preside las negociaciones, aspira a que se adopte el tratado esta noche.
Según The Guardian, el Gobierno laborista aceptaría el que sus fuerzas se deshicieran inmediatamente de las armas M85 pero pretende en cambio la eliminación gradual de las MT3 de su arsenal.
Los participantes en las negociaciones seguían discutiendo la pasada noche la cuestión de si las tropas de los países que suscriban el tratado pueden llevar a cabo operaciones conjuntas con otros como Estados Unidos que no están dispuestos a hacerlo.
Negarse a ello equivaldría a violar otros compromisos contraídos, por ejemplo, con la OTAN, lo que tendría graves implicaciones prácticas, señalan fuentes.
Por otro lado, el Gobierno de Londres quiere seguir permitiendo a Estados Unidos el almacenamiento de bombas racimo en sus bases en territorio británico.
Grupos de defensa de los derechos humanos que propugnan la prohibición total de ese tipo de armas dijeron el martes que el tratado estaba en peligro por la negativa norteamericana a eliminarlas de sus bases aéreas en el Reino Unido.
Con todo, se trataría de presionar a los norteamericanos para que se abstuviesen de utilizar sus bombas racimo en operaciones conjuntas con países que firmen el tratado de prohibición y almacenamiento.
Estas armas son muy polémicas porque diseminan bombas muy pequeñas en una amplia zona, muchas de las cuales no explosionan al hacer impacto y pueden ser activadas más tarde si las pisa o toca algún civil.
Causaron más de doscientas víctimas entre la población civil durante el año siguiente al alto el fuego en el Líbano y ocasionaron más víctimas civiles en Kosovo en 1999 y en Irak en el 2003 que cualquier otro sistema de armas.
El artículo 1 del tratado que se negocia ahora y que se aspira a firmar en Oslo a comienzos de diciembre prohíbe el uso, la transferencia y el almacenamiento de esta clase de munición.
Estados Unidos, Israel, Rusia, China, la India y Pakistán no participan, sin embargo, en las negociaciones.
