Hasta hoy, la Policía afirmaba que fue sólo un terrorista suicida el que participó en el ataque, pero el responsable de Inteligencia, que habló bajo anonimato, indicó que dos cabezas amputadas han sido encontradas en el lugar del atentado y que nadie las ha reclamado, por lo que apuntó a dos presuntos suicidas.
"Uno de los atacantes quería inmolarse debajo del camión de Benazir Bhutto. Cuando la gente intentó cogerle, detonó la bomba", explicó citando los relatos de varios testigos.
Aunque Bhutto consiguió escapar ilesa, al menos 139 personas --la mayoría simpatizantes de la ex primera ministra y de su partido político, el Partido Popular de Pakistán (PPP)-- fallecieron en el atentado, ocurrido en el sur de Karachi, la ciudad más grande del país.
"Los culpables serán traídos para ser castigados", indica en un comunicado la oficina del primer ministro paquistaní, quien rechazó la petición de Bhutto de que expertos estadounidenses y británicos ayuden en las investigaciones.
Según Aziz, en atentados pasados las agencias de seguridad de Pakistán "han investigado satisfactoriamente y son completamente capaces de investigar estos incidentes".