La transformación que ha venido sufriendo la Alameda de Ourense, con la colocación en ella de la Praza de Abastos provisional, ha sentado muy mal a parte de su mobiliario. En la parte posterior, junto a las escaleras de bajada, se puede ver uno de los cristales de la barandilla, totalmente destrozado. Si no lo van a reponer mientras esté allí el mercado, por lo menos deberían limpiar el espacio y quitar los cristales rotos, evitando así que alguien se pueda lastimar.