En la acera frente al número 39 de la calle Ramón Puga, en las inmediaciones del Complexo Hospitalario de Ourense, la tapa de una arqueta se está deshaciendo poco a poco y ya tiene un hueco lo suficientemente extenso para que, principalmente un niño, pueda meter por ella el pie y producirle una grave lesión, o provocar el tropiezo de un viandante. Sería deseable acometer el arreglo antes de que el deterioro vaya en aumento y no tengamos luego que lamentarnos.