El centro escolar niega la versión de los agentes, que los llevaron al centro al encontrarlos en la calle

Un colegio impidió entrar a tres alumnos, según la policía

El centro educativo de A Uceira, que pertenece al Colegio Público Calvo Sotelo. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
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La Policía Local de Carballiño sorprendió a tres menores haciendo novillos este pasado lunes en el entorno de A Veracruz. Un vecino contactó con la sede municipal de la Policía advirtiendo de la presencia de los menores en la plaza pública y en horario escolar. Hasta allí se desplazaron dos patrullas, comprobando, efectivamente, que los chavales habían faltado a las clases del Colegio Público Calvo Sotelo, concretamente del centro educativo de A Uceira.
Lo ocurrido hubiese quedado en una simple anécdota si no hubiese surgido en torno a estos hechos una polémica, que tiene su punto de partida en las manifestaciones contradictorias entre sí de los agentes policiales y de la dirección del colegio. Las patrullas que intervinieron redactaron un informe en el que se indica que los responsables del centro no permitieron la incorporación de los menores por haber sobrepasado el horario de entrada, por cuyo motivo fueron entregados a sus padres. De ello informaron a la Alcaldía y al departamento de Menores de los Servicios Sociales.

Según el informe, tras recibir la llamada de aviso sobre la presencia de los niños a las 12,30 horas, las patrullas que se personaron en el lugar identificaron a los chavales, uno de 12 años y los otros dos de 11, quienes declararon que habían perdido el transporte escolar y que sus padres estaban trabajando.


COMEDOR

Una de las patrullas, según el informe, los trasladó hasta el centro de A Uceira, teniendo en cuenta que los tres son usuarios del servicio de comedor escolar, por lo cual, su jornada de estancia en el colegio es continua hasta la hora de la salida por la tarde. Los agentes afirman que una vez en el centro no les permitieron entrar, debido al reglamento interno que impide el acceso después de cerrarse las puertas del centro. Por su parte, la dirección del colegio declaraba que la policía no intentó dejarlos en el colegio, únicamente solicitó los datos de los padres 'para llevarlos a casa, algo que se les facilitó'. Los responsables de la dirección aseguran que lo ocurrido nada tiene que ver con el reglamento interno que se aprobó para evitar el retraso habitual de algunos de los escolares, que acompañan los padres, y con el fin de no entorpecer las clases, lo que implica el cierre de las puertas también para evitar que salgan menores. De esta forma, si la entrada al centro está fijada para las 10,15 horas, las puertas se cierran en torno a las 10,40 horas, y hasta las doce menos cuarto, hora del recreo, en la que se permiten también las incorporaciones de alumnos que han quedado fuera. La dirección advierte que en las paradas de autobús es responsabilidad de los padres o tutores permanecer al lado de los menores hasta que el colegio se hace cargo de ellos.

El presidente de la Asociación de nais e pais de alumnos (ANPA), Javier Carreiro, declaraba en relación a la norma que los padres habían votado en contra pero que fue aprobada por el Consello Escolar, en el que tienen mayoría los profesores, aunque 'debería haber excepcións, por exemplo para ir ó médico, e os nenos poderían esperar na biblioteca'.

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