La oposición carballiñesa reprochó al PP que no intentase abonar la paga extra a los funcionarios

El grupo de gobierno aprobó en solitario la subida de tasas

En primer término, el alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, durante el pleno de ayer. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El grupo municipal de gobierno de Carballiño ratificó en solitario las tasas e impuestos para el año 2013. PSdeG y BNG votaron en contra porque únicamente fue aceptada una alegación en la que coincidieron ambos grupos relativa a la aplicación del IPC de noviembre en lugar del de septiembre para aquellos tributos que no están sujetos a las condiciones establecidas en el plan de ajuste económico, el que obliga a equilibrar el gasto con los ingresos de cada servicio. De esta forma, en 18 tasas se aplicará un incremento del 2,9, en lugar del 3,4 previsto inicialmente.
Sin embargo, el PP no aceptó las restantes alegaciones, introduciendo sólo tres pequeñas modificaciones a las reclamaciones de los socialistas, que no fueron suficientes para la oposición, que considera que el plan de ajuste hipoteca al Concello y obliga a subir los impuestos hasta el 2020, restando autonomía al gobierno local.

La concejala del BNG, Aurea Francisco, se refirió a la 'voracidade fiscal do PP', por la subida de los impuestos, mientras el socialista, Francisco Fumega, reprochaba al gobierno local haberse acogido al plan de ajuste. Martín Nogueira, el portavoz popular, argumentaba que 'non podemos criticar un plan que nos di que temos que pagar ós proveedores'.

Con la abstención de la oposición, el PP también aprobó el reconocimiento de la prescripción de deudas con el Concello por parte de los contribuyentes por un importe de 3.554.000 euros, que se arrastran desde 1976, aunque el alcalde, Argimiro Marnotes, puntualizaba que las mayores cuantías se registran a partir de 1991. El regidor informó a la Corporación sobre la intención de emprender un proceso judicial contra las dos empresas anteriores del servicio de recaudación. Otro asunto motivo de debate tuvo que ver con la supresión de las pagas extraordinarias a los funcionarios. El BNG reprochó al alcalde el hecho de no buscar alguna vía para esquivar el decreto del Gobierno del Estado y el PSdeG manifestaba que el alcalde renunció a su paga a raíz de las quejas de la Policía Local.

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