El recién elegido presidente proyecta ofrecer nuevos servicios y a un coste que resulte atractivo
El nuevo presidente de la Mancomunidad de Carballiño, Manuel Cerdeira, que es también teniente alcalde de Irixo, aspira a impulsar este ente comarcal venido a menos desde que se produjo el abandono progresivo hace años de concellos como el propio Carballiño, Piñor, Cea y Punxín, quedando Irixo, San Amaro, Boborás, Beariz y Maside. Captar alguno de ellos es uno de los objetivos que se ha marcado Cerdeira, que ha sustituido tras ocho años a Manuel Prado.
Con ese objetivo, y contando con el apoyo también de la nueva vicepresidenta, Patricia Torres, ofertará "más y mejores servicios a menos coste para intentar levantar la Mancomunidad", indicó.
Además de perseguir la reincorporación de otros ayuntamientos, también proyecta la implantación de nuevos servicios, entre otros, impartir cursos de formación que se completarán con la realización de prácticas dentro de la propia Mancomunidad. También se pretende la formación de una agrupación de Protección Civil que se reforzará con personal especializado y contratado para la asistencia a emergencias y, además, se intentará que el Centro de Información á Muller, que ahora está en Carballiño, pase a depender de la institución comarcal.
Un sector de la población que está en el punto de mira para reforzar los servicios que se prestan es el de los mayores, asegurando el presidente que la demanda de asistencia a domicilio crece cada año y que si se dispone ahora de 24 auxiliares "hay trabajo para el doble".
Por todo ello, será necesario suscribir convenios con la Xunta y la Diputación, según señaló el presidente.
La Mancomunidad de Carballiño cuenta en estos momentos con 38 trabajadores, 24 de ayuda a domicilio, además de asistentes sociales, operarios, conductores, psicólogos, una educadora familiar y un auxiliar administrativo. La principal labor la desarrolla en servicios sociales, ofreciendo la asistencia a domicilio, a las familias y a los drogodependientes, entre otros. Además, desarrolla trabajos de desbroce y de extinción de incendios.
En 2014 barajó un presupuesto de 910.000 euros y el nuevo presidente espera que "los ayuntamientos abonen los pequeños atrasos que deben". En ese sentido, declaraba que una modificación de los estatutos permitirá a la Mancomunidad cobrar los 70.000 euros que debe el Concello de Cea, que le serán descontados de las aportaciones que percibe de la Xunta.
