La explotación de porco celta Sat Oural de Beariz ha encontrado nuevas vías de comercialización directa de su producción.
El descenso de población, así como el progresivo envejecimiento en el medio rural conlleva que cada vez sean menos las familias que crían cerdos para autoconsumo. Una tradición que tiende a desaparecer, en favor de la adquisición del animal durante la época de la matanza para su inmediato sacrificio, o incluso con la compra de la carne ya despiezada para introducirla en sal, siguiendo el sistema tradicional de conservación, o para ser congelada. En esta línea, la explotación de Beariz ha vendido por primera vez a particulares, durante el pasado mes de diciembre, un total de 40 ejemplares, con destino a distintos lugares de la geografía gallega.
El portavoz de Sat Oural, José Balboa, señalaba que 'ata agora podíamos vender unhos poucos pero nunca tivemos tanta demanda como este ano, e pensamos que é unha vía de comercialización interesante que debemos potenciar en próximas campañas'.
Los compradores de porco celta tienen dos opciones: llevarse el animal vivo, tasado a cuatro euros el kilo, o dejar que Sat Oural se encargue de su sacrificio y posterior despiece, por cuyo trabajo abonan 50 euros más.
MERCADO
El mercado más fuerte continúa siendo, sin embargo, la provincia de Lugo, a través de una empresa de reciente creación, Aroporcel, dentro de Asoporcel (Asociación do Porco Celta), que se encarga de la elaboración de embutidos, curado de la carne y de su comercialización.
Además del criadero que mantienen en los montes de Lebozán, la explotación compra crías, sólo de auténtico porco celta, en explotaciones familiares del entorno de Beariz, al mismo tiempo que tiene un convenio con otra productora situada a medio camino entre Santiago y Arzúa, que también le suministra animales para cubrir la demanda cada vez mayor de esta preciada carne.
Este mes de enero, la explotación de Beariz cumple seis años desde que empezó a funcionar por iniciativa de un grupo de vecinos de este municipio, entre los que se encuentra el concejal José Balboa, impulsor del proyecto.
El portavoz de Sat Oural, José Balboa, señalaba que 'ata agora podíamos vender unhos poucos pero nunca tivemos tanta demanda como este ano, e pensamos que é unha vía de comercialización interesante que debemos potenciar en próximas campañas'.
Los compradores de porco celta tienen dos opciones: llevarse el animal vivo, tasado a cuatro euros el kilo, o dejar que Sat Oural se encargue de su sacrificio y posterior despiece, por cuyo trabajo abonan 50 euros más.
MERCADO
El mercado más fuerte continúa siendo, sin embargo, la provincia de Lugo, a través de una empresa de reciente creación, Aroporcel, dentro de Asoporcel (Asociación do Porco Celta), que se encarga de la elaboración de embutidos, curado de la carne y de su comercialización.
Además del criadero que mantienen en los montes de Lebozán, la explotación compra crías, sólo de auténtico porco celta, en explotaciones familiares del entorno de Beariz, al mismo tiempo que tiene un convenio con otra productora situada a medio camino entre Santiago y Arzúa, que también le suministra animales para cubrir la demanda cada vez mayor de esta preciada carne.
Este mes de enero, la explotación de Beariz cumple seis años desde que empezó a funcionar por iniciativa de un grupo de vecinos de este municipio, entre los que se encuentra el concejal José Balboa, impulsor del proyecto.
