La agrupación de Protección Civil de Maside contará con su primera sede en este municipio tras la rehabilitación de un inmueble que en la década de los 60 se construyó para acoger el centro veterinario de inseminación y que está en desuso desde los años 80 del siglo pasado. Esta agrupación de voluntarios nacía en 2020 ante las necesidades que generó la pandemia, el confinamiento y posteriores restricciones, y lo hizo para apoyar a los vecinos en aquellos difíciles momentos, pero también con la intención de quedarse, de tal forma que transcurridos tres años cuenta ya con 25 voluntarios efectivos y sigue creciendo con otros 13 candidatos a la espera de recibir la formación reglamentaria.
“Era necesario repartir mascarillas, libros e outros materiais de primeira necesidade, polo que un grupo de veciños impulsamos a primeira agrupación de voluntariado, que foi medrando dende a súa creación”, apunta el presidente de la agrupación, el alcalde en funciones de Maside, José Manuel Iglesias.
“Hai xente con perfiles moi distintos e casi o 50% son mulleres”, matiza Iglesias, quien destaca que es una agrupación abierta a todo el mundo y que colabora con otras del entorno, apoyándose mutuamente en los trabajos. “É un intercambio nas accións de intervención con outras agrupacións de diferentes concellos. Se nos chaman imos e se nós os necesitamos veñen eles a Maside”, añade.
Para la creación de la sede cuentan con el apoyo económico de la Diputación, que aporta 30.000 euros, completando el presupuesto el Concello hasta los 42.953 euros. Se trata de un edificio de planta baja en el que se renueva la cubierta y todo el interior, dotándolo de aseos, oficinas y demás dependencias, junto con nueva carpintería y acondicionamiento de la fachada, según el proyecto del arquitecto municipal, Óscar Gónfer.
Ocupa una superficie de 40 metros cuadrados y dispone de dos porches, de 20 y 7 metros cuadrados, respectivamente, ocupando la parte frontal y la posterior del edificio. Además, tiene la ventaja de que está ubicado en una parcela de propiedad municipal de 2.356 metros cuadrados, que permitirá a la agrupación el aparcamiento de los vehículos. El plazo de ejecución de las obras es de dos meses.
Por el momento, solamente disponen de un todoterreno concedido por la Xunta de Galicia, que también aporta 1.400 euros anuales para la adquisición del material que necesitan y también para vestuario. El Concello de Maside, por su parte, colabora con la financiación del combustible y los seguros del voluntariado. Asimismo, disponen de un desfibrilador en el todoterreno para poder desplazarlo a cualquier lugar en donde sea requerido. “Agora imos solicitar un remolque”, explicaba Iglesias.
