La Banca Nogueira de Ribadavia

Banca Nogueira años cuarenta.
photo_camera Banca Nogueira años cuarenta.
Ramón Gómez Nogueira, oriundo de A Cañiza, comenzó su vida laboral como aprendiz en un establecimiento de tejidos sito en la plaza Mayor

En las últimas décadas del s. XIX fueron numerosos los vecinos de la comarca y alrededores que, ejerciendo variados oficios, se instalaron en Ribadavia tratando de labrarse un futuro mejor. Entre ellos estaba Ramón Gómez Nogueira, quien oriundo de A Cañiza comenzó su vida laboral como aprendiz en un establecimiento de tejidos sito en la plaza Mayor.

Una vez consolidado el oficio se independizó y abrió en un inmueble de su propiedad, donde estaba la vivienda familiar, un comercio del ramo. Ubicado en la prometedora calle Progreso, se anunciaba como Gran Comercio y en la fachada publicitaba con llamativos caracteres su mercancía: Cortes de vestido para señora; Camisería y corbatería para caballero; Mantonerías, mantas y lanas; Sombreros, sombrillas y paraguas, y sobre la puerta una cartela con el nombre del titular: Ramón Gómez Nogueira.

Junto a la actividad meramente comercial fue desarrollando otras gestiones mercantiles, tales como la corresponsalía de los principales bancos del país con sus correspondientes servicios, encaminados entonces a las operaciones de la colonia de emigrantes gallegos que residía en América, lo que llevó a la creación de la Banca Nogueira (1895) que instaló su oficina en dependencias de la tienda de paños. Era también habilitado de los maestros de instrucción primaria (1901) y de las clases pasivas, y en 1914 solicitó la Administración de Lotería cuyos décimos se despachaban en la ventanilla de caja.

Paralelamente, Nogueira, que siempre utilizó el apellido materno, aparecía inmerso en la sociedad local como recoge la prensa del momento (1901) que notifica su nombramiento como tesorero de la banda La Lira, que lo obsequió con una brillante serenata el día de su onomástica; en las fiestas de san Pedro (1902) figura en la comisión de las mismas y en esas décadas ejerce de tesorero en el casino La Tertulia, la antigua y culta sociedad. Igualmente figuraba con otros próvidos vecinos que en las fiestas del Portal y Navidades, obsequiaban a los internos del hospital y reclusos con ricas viandas.

Banca Nogueira, finales años 50.jpg_web

Los dos negocios de don Ramón progresaban notablemente, por lo que se hizo necesaria una sede ad hoc para la entidad financiera, que en aquellos años alcanzara el desarrollo pleno de dicha actividad. Con ese fin había adquirido, casi en su totalidad, los solares comprendidos entre el cruce de la carretera de Carballiño y parte de Salgado Moscoso, donde construyó el edificio para las oficinas.

Las obras se iniciaron en los años treinta, siendo el sótano el primero en ocuparse, alquilado por el empresario Castor G. Santoro, que 1933 inauguró el “Salón Principal” con la película La Muñequita de Viena de Anny Ondra. Posteriormente se rematarían los locales de los bajos en la acera de la rúa Progreso, donde se asentaron definitivamente la relojería de Abelardo Chao y la farmacia de don Darío.

En 1947 se inauguró la nueva sede de la Banca Nogueira. Al acto asistieron las autoridades locales, el obispo de Tuy y numerosos vecinos, junto con la plantilla de funcionarios que integrada por los ribadavienses Benito Araujo, Tirso Casasnovas Vázquez, Antonio Fernández Ríos, Antonio Araujo Touza y Juan Bande Alonso, colaboró en el traslado de enseres. La dirección invitó a un espléndido banquete servido in situ por el Hotel Roma de Orense, al que no pudo asistir por una indisposición pasajera, Juan Bande, el benjamín de la plantilla, quien permanecería en dicho establecimiento sus 48 años de vida laboral.

La edificación, en la que se empleó piedra de las canteras de Santo Domingo, estaba rematada por una terraza que por su extensión fue considerada entonces la mayor de Galicia en un edificio de estas características. El conjunto, inspirado su trazado en la fachada madrileña del Banco de España, contribuyó estéticamente con su elegancia y armónicas proporciones en el desarrollo urbanístico de la calle. Fue en esta nueva sede que ya lucía en su frontispicio el letrero de Corresponsal del Banco de España, donde en un emotivo acto en 1946 se le impuso a don Ramón la Medalla al Mérito del Trabajo en su categoría de plata.

En 1952, tras el fallecimiento del fundador, la dirección es asumida por su hijo político Joaquín Robla. Finalizando los cincuenta, el edificio adquiere la altura definitiva y la banca abre sucursales en Celanova, Avión y Ourense. En 1971, transcurridos 76 años de existencia, es adquirida por el Banco Central, que en aquel momento contaba con oficinas en las principales ciudades gallegas excepto en Ourense. A partir de entonces el local vivió las sucesivas fusiones de esta entidad, para concluir como sede del Santander.

Desde la pasada primavera, tras el traslado del Santander a dependencias de su propiedad, el céntrico bajo permanece vacío. La concurrida esquina perdió la actividad generada por la oficina financiera, y de los poderosos bancos que fueron sus inquilinos: Central, Central Hispano, Santander Central Hispano y Santander, no queda signo alguno, sin embargo en la memoria colectiva de O Ribeiro su fachada neoclásica, que desprovista de su ADN, sigue admirando al transeúnte, es la de la Banca Nogueira.

Te puede interesar