El buen ritmo de las obras permite volver a circular por la carretera que comunica Crecente (Pontevedra) con Ribadavia, aunque seguirán las mejoras, de ahí la petición de la conselleira de Política Territorial para extremar la precaución.
La conselleira de Política Territorial, Obras Públicas e Transportes, María José Caride, ha pedido a los automovilistas que extremen la precaución en la reapertura al tráfico ayer de las carreteras de A Cañiza-Filgueira y de Filgueira a Ribadavia, que corresponde a la PO-406 y la PO-801, respectivamente. El cierre al tráfico data del finales de abril y los trabajos consistieron en una reforma integral con la construcción de nuevas glorietas, isletas en diversas intersecciones para mejorar la seguridad vial.
Según María José Caride, el buen ritmo de los trabajos permite que ahora se pueda volver a circular por ambas vías, aunque en ellas seguirán las obras, de ahí la petición de la conselleira a los usuarios para que extremen la precaución y respeten la señalización cuando circulen por esas carreteras.
La Xunta está acometiendo el acondicionamiento de la carretera A Cañiza-Filgueira, que enlaza la autovía de As Rías Baixas con un nuevo puente y la variante de Cortegada, con una inversión de 9,2 millones de euros en sus algo más de 10 kilómetros.
También está acondicionando la carretera entre Filgueira y Ribadavia en la que se invierten 7,2 millones de euros.
A la apertura de la circulación de ambas carreteras se añade la reciente inauguración de la variante de Cortegada y su nuevo puente hasta Filgueira, en el que se invirtieron 7,5 millones de euros por parte de la Administración autonómica.
Recuerda la consellería que se han introducido importantes mejoras en el proyecto entre Filgueira y Ribadavia para incorporar un viaducto y una variante que protegerán elementos patrimoniales como molinos, puentes y el Camino Real que acortarán el trazado actual de la carretera en cerca de un kilómetro, y pasará de cinco a los cuatro los kilómetros con el límite provincial.
Según María José Caride, el buen ritmo de los trabajos permite que ahora se pueda volver a circular por ambas vías, aunque en ellas seguirán las obras, de ahí la petición de la conselleira a los usuarios para que extremen la precaución y respeten la señalización cuando circulen por esas carreteras.
La Xunta está acometiendo el acondicionamiento de la carretera A Cañiza-Filgueira, que enlaza la autovía de As Rías Baixas con un nuevo puente y la variante de Cortegada, con una inversión de 9,2 millones de euros en sus algo más de 10 kilómetros.
También está acondicionando la carretera entre Filgueira y Ribadavia en la que se invierten 7,2 millones de euros.
A la apertura de la circulación de ambas carreteras se añade la reciente inauguración de la variante de Cortegada y su nuevo puente hasta Filgueira, en el que se invirtieron 7,5 millones de euros por parte de la Administración autonómica.
Recuerda la consellería que se han introducido importantes mejoras en el proyecto entre Filgueira y Ribadavia para incorporar un viaducto y una variante que protegerán elementos patrimoniales como molinos, puentes y el Camino Real que acortarán el trazado actual de la carretera en cerca de un kilómetro, y pasará de cinco a los cuatro los kilómetros con el límite provincial.
