RELIGIÓN

La Iglesia da por zanjada la polémica de Muíños

Los vecinos se muestran satisfechos por la decisión que tomó el Obispado 

El Obispado de Ourense considera que ya está resuelta la polémica surgida en la parroquia de Souto de Limia, en Muíños, donde el administrador parroquial Miguel Sotelo y la Comisión de Economía creada para la reparación de la iglesia, remitieron una carta a los feligreses en la que advertían que se negaría cualquier sacramento si no se pagaba la cuota. Los responsables de la Diócesis de Ourense, a raíz de las quejas manifestadas por una parte de los vecinos de Vilar de Cas, uno de los dos núcleos que conforman la parroquia, habrían hablado con el sacerdote y exigido una rectificación. Una conversación, así como el "error" por las palabras que recogía la carta, que reconocía a posteriori el propio sacerdote.

Los vecinos que habían manifestado su disconformidad con los modos del cura, se mostraban ayer satisfechos con la rectificación del Obispado, si bien consideraban que era algo tardía. "Llevamos desde febrero hablando con unos y otros y, hasta ayer que llamó alguien en nombre del sacerdote, nadie había rectificado", apuntó Francisca García, una vecina.

La polémica surgió hace tres meses cuando, a la vista de la necesidad de reformar el tejado de la iglesia, se acordó fijar una cuota de 450 euros para los propietarios de sepulturas del cementerio. Una gestión, junto con la amenazante misiva que perseguía presionar a los feligreses, que no ha gustado una parte de la parroquia de 46 habitantes (según el Instituto Galego de Estatística) 

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