Los fabricantes de la provincia vendieron el año pasado un 35% menos que en el ejercicio anterior

Las importaciones de China hacen caer la venta de ataúdes

Instalaciones de la fábrica de ataúdes Hijos de Luis Chao Sobrino, en Ribadavia. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Los fabricantes de ataúdes ven con pesimismo el futuro del sector por causa de la competencia que califican de 'desleal' de los productos procedentes de Asia, fundamentalmente de China, que vende más barato y ofreciendo una calidad similar en los modelos más demandados. Las fábricas de la provincia vendieron el pasado año entorno a las 50.000 unidades, lo que ha supuesto alrededor de un 35% menos que en el 2010, en que empezaron a notar la influencia negativa de las importaciones asiáticas.
Esta circunstancia es la que más preocupa al sector, que también señala la crisis económica como otro factor influyente en el sentido de que las funerarias adquieren ataúdes más baratos. En consecuencia, aseguran que los precios han descendido entre un 30% y un 40% en los últimos tres años.

El coste por unidad es muy variable porque está en función del modelo, la madera empleada y el acabado. Así se pueden encontrar desde 250 euros más IVA y hasta 3.000 euros e incluso más. Los industriales aseguran que en un ataúd de precio medio puede haber una diferencia con los procedentes de China entre 50 y 60 euros.

Lo que reclama el sector al Gobierno del Estado es un código arancelario específico mediante el que se cobren las tasas correspondientes que compensen los bajos precios conseguidos mediante mano de obra barata y se ejerza un control sobre las importaciones que, según afirman, ahora no existe.

Lucas Chao, de la empresa Hijos de Luis Chao Sobrino SA de Ribadavia, considera que 'es una competencia desleal, porque explotan a los trabajadores durante muchas horas y con un sueldo mínimo y por eso producen más barato', y añade, 'lo que pedimos es un control y que paguen tasas, porque se están cargando el tejido industrial y los talleres, que nos vemos obligados a despedir empleados y cerrar'. Camilo Otero, Ataúdes Fareixa SL, en Piñor, señalaba que 'imos ter que cerrar porque non damos competido, eu pasei de facturar 500.000 euros a 300.000'. José González, Ataúdes González, de Ribadavia, también coincide en que 'veñen máis baratos do que costa producilos aquí, e a solución pasa por cobrarlles impostos para igualar costes'.

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