Elizabeth Garrido Gómez, es una vecina de Castrelo de Miño, residente en la parroquia de Macendo, que quiere transmitir su indignación por lo que considera “o nulo interese pola cultura que se ten neste recuncho do rural ourensano por parte dos seus gobernantes. a premura coa que queren destruír unha iniciativa carente de ningún outro fin que non sexa culturizar”. Su historia se remonta al pasado verano cuando pretendía poner a disposición de sus vecinos sus libros en el bajo de su casa. Por entonces el concejal de cultura le proponía que solicitara un local al concello y así lo hizo, creando una pequeña biblioteca en el edificio del antiguo consultorio médico que estaba en desuso. La iniciativa gustó al vecindario y fue fácil organizar actividades e incluso darle el nombre de Oitopés Macendo.
La polémica ha surgido cuando el Concello de Castrelo de Miño le reclamó en estos días el local, que necesita para un taller de empleo. El alcalde, Avelino Pazos, asegura que en Macendo está prevista la restauración de fuentes y que facilitará el trabajo impartiendo la formación previa en esas instalaciones. El regidor afirma que está dispuesto a ceder otro local, que “estamos dispostos a buscar unha solución”, pero Elizabeth Garrido recuerda aquellos días de mucho trabajo para su montaje, porque “houbo que levar e montar estanterías e mesas houbo que levar caixas de libros e colocalos, facer un Instagram para darnos a coñecer entre os máis xóvenes, e moitísimas cousas máis. Pouco a pouco este pequeño proxecto comezou a dar os seus froitos e as nais e pais comezaron a acompañar ós seus fillos e acabaron levando libros de lectura para todos os da casa”. El Concello ya ocupó el espacio y la afectada espera una explicación de por qué no se lo comunicaron por escrito.
