Pandillas de jóvenes procedentes de toda Galicia, otras comunidades del Estado y Portugal son habituales en la Festa da Istoria. Llegan a Ribadavia en la noche del viernes y no regresan a sus puntos de origen hasta la jornada dominical.
En Ribadavia no se precisan alardes técnicos como los de la película Desafío total o Regreso al futuro para viajar en el tiempo. Basta un poco de imaginación para perfilar el diseño de un traje de noble, romano, árabe o judío para los hombres y un vestido de dama para las mujeres e introducirse en el ambiente.
También existe la posibilidad de alquilar alguno de las 1.500 vestimentas que aporta la Coordenadora da Festa da Istoria, al precio de 10 y 15 euros. Pero las pandillas de jóvenes y las familias que acuden con sus hijos a la celebración prefieren planificar con antelación la visita y bajar de su automóvil perfectamente ataviados.
Vigilancia
Los primeros suelen llegar en la noche del viernes y realizar un recorrido por los establecimientos de hostelería de la villa, para pernoctar en tiendas de campaña en el paraje natural de A Veronza, a orillas del río Avia. Si el calor aprieta, son muchos los que acuden a la zona de A Foz para bañarse, siempre bajo la vigilancia de los voluntarios de Protección Civil y de agentes del Serprona. Luego, suelen regresar, hoy domingo, a sus puntos de origen. Salvo algunha indisposición derivada da inxesta de alcohol, non houbo máis incidencias, comentó Julio Puentes, responsable del Grupo de emergencias (Grumir) de Ribadavia.
Felicitación
En el mismo sentido, Elvira García, portavoz de la organización, apuntó que ó longo da xornada, tódolos actos se desenvolveron sen ningún tipo de problema, a pesares dalgunhas gotas de choiva que caeron. Anxo Collarte, teniente de alcalde y concejal de Cultura, felicitó á organización, porque mantivo o éxito de edicións precedentes da Istoria, tanto a nivel de participación coma de actividades, xa que incluso aquelas que foron trasladadas coma é o caos do torneo medieval, lograron captar o interese do público.
El festejo medieval estuvo controlado en todo momento por 60 efectivos de los cuerpos de seguridad y voluntarios, además de los equipos sanitarios ubicados en el Centro social, en la calle Extramuros; Alameda, Plaza Mayor y en el área recreativa de A Veronza, con vehículos todoterreno y ambulancias. Agentes de Tráfico se encargaron de la circulación en los accesos.
También existe la posibilidad de alquilar alguno de las 1.500 vestimentas que aporta la Coordenadora da Festa da Istoria, al precio de 10 y 15 euros. Pero las pandillas de jóvenes y las familias que acuden con sus hijos a la celebración prefieren planificar con antelación la visita y bajar de su automóvil perfectamente ataviados.
Vigilancia
Los primeros suelen llegar en la noche del viernes y realizar un recorrido por los establecimientos de hostelería de la villa, para pernoctar en tiendas de campaña en el paraje natural de A Veronza, a orillas del río Avia. Si el calor aprieta, son muchos los que acuden a la zona de A Foz para bañarse, siempre bajo la vigilancia de los voluntarios de Protección Civil y de agentes del Serprona. Luego, suelen regresar, hoy domingo, a sus puntos de origen. Salvo algunha indisposición derivada da inxesta de alcohol, non houbo máis incidencias, comentó Julio Puentes, responsable del Grupo de emergencias (Grumir) de Ribadavia.
Felicitación
En el mismo sentido, Elvira García, portavoz de la organización, apuntó que ó longo da xornada, tódolos actos se desenvolveron sen ningún tipo de problema, a pesares dalgunhas gotas de choiva que caeron. Anxo Collarte, teniente de alcalde y concejal de Cultura, felicitó á organización, porque mantivo o éxito de edicións precedentes da Istoria, tanto a nivel de participación coma de actividades, xa que incluso aquelas que foron trasladadas coma é o caos do torneo medieval, lograron captar o interese do público.
El festejo medieval estuvo controlado en todo momento por 60 efectivos de los cuerpos de seguridad y voluntarios, además de los equipos sanitarios ubicados en el Centro social, en la calle Extramuros; Alameda, Plaza Mayor y en el área recreativa de A Veronza, con vehículos todoterreno y ambulancias. Agentes de Tráfico se encargaron de la circulación en los accesos.
