Vitivinicultor a los 77 años

Jose Luis Pichel y Liliana Lafuente en el hall del edificio Abrente.
photo_camera Jose Luis Pichel y Liliana Lafuente en el hall del edificio Abrente.
José Luis Pichel, jubilado de 77 años que ha trabajado toda su vida en el mundo del vino, pero en su apartado industrial, ha sido uno de los graduados del Ciclo Superior de Vitivinicultura del Instituto O Ribeiro. Un ejemplo de la pasión por aprender

La semana pasada, los alumnos de los ciclos impartidos en el edificio Abrente del Instituto O Ribeiro se graduaron en los diferentes niveles impartidos en el centro.

Es el segundo año que se celebra la graduación en estos ciclos y en el acto se hizo entrega de un cheque de 100 euros y una placa a los expedientes extraordinarios de cada nivel -básico, medio y superior-. Este año, el agraciado en el nivel superior fue un alumno que ha destacado por su implicación y su nivel académico: se trata de José Manuel Pichel, que hace cuatro años comenzó en el nivel medio del Ciclo de Aceites y Vinos, y este año, además de graduarse en el Ciclo Superior de Vitivinicultura, cumple 77 años.

“La decisión de comenzar fue muy difícil, cuanto te planteas algo como esto con mi edad le das muchas vueltas y lo piensas mucho. Cuando llegué el primer día pensé ‘¡¿Dónde me meto!?, los otros alumnos van a decir que menudo dinosaurio viene ahí’”, cuenta José Manuel, recordando su llegada al centro.  “Aquí hay un profesorado bárbaro y se aprende mucho. Los viticultores de aquí deberían apreciar el valor de tener un centro como este y los ciclos que ofrece”, añade.

Pichel se ha dedicado toda su vida al mundo del vino, ya que trabajaba en una planta embotelladora en Carballo que importaba vino de La Mancha y Valencia para su posterior filtrado y embotellado, pero no producía desde cero. Pocos años antes de jubilarse, comenzó unos cursillos sobre enología que despertaron su necesidad de aprender más sobre este mundo, por lo que, en vez de pasar estos años disfrutando de un merecido descanso, ha aprendido todo lo relacionado con la vitivinicultura. 

En este centro se imparten dos ciclos, el de automoción y el de industrias alimentarias, ambos con tres niveles educativos. Presentan un tipo de formación muy práctica y que en los últimos años ha ido adquiriendo cada vez más importancia, ya que trabajan con muy pocos alumnos -alrededor de diez personas- y cuentan con un alto porcentaje de prácticas en el curriculum. “Existe unha taxa de empregabilidade moi alta. Temos alumnos que aínda non remataron os seus estudos e xa foron contratados polas empresas onde fixeron as prácticas”, cuenta Liliana Lafuente, jefa de estudios del Departamento de Industrias Alimentarias, al cual pertenece el ciclo de José Luis. Los alumnos en este centro van desde menores que aún cursan sus estudios obligatorios a graduados universitarios que buscan centrarse en estos sectores profesionales.

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