La Subdelegación del Gobierno asegura que sólo la inversión para costear reparaciones en la red viaria alcanzó los 1,5 millones este año

La A-52, la N-525, entre las carreteras con más problemas en el asfalto

La N-525, a su paso por Taboadela, en el Alto de Allariz. (Foto: MARCOS ATRIO)
La última auditoría sobre el estado de conservación de las carreteras (red estatal y autonómica) realizada por la Asociación Española de la Carretera este verano en todo el país dibuja un panorama poco favorecedor de la red viaria. Si hace sólo unas semanas daba a conocer que una de cada cuatro señales estaba caducada, el nuevo informe arroja datos poco halagüeños sobre el estado de los firmes: el 72% presenta grietas y el 38% deterioros superficiales, que son el preámbulo de otros problemas más graves.
Los problemas de conservación del firme son perfectamente constatables en la provincia de Ourense vías de la red principal y secundaria. La A-52, en el tramo entre su entrada en la Meseta y Allariz, o la N-525, a su paso por Monterrei, A Limia y Ourense, presentan grietas y socavones que complican la circulación, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. Las obras para aminorar el deterioro de la N-120 a su paso por Valdeorras, que tantas quejas suscitó en esa comarca, fueron comprometidas por Fomento el pesado mes de octubre.

En vías de la red secundaria, señalan la OU-536 -entre Pereiro de Aguiar y Castro Caldelas- como una de las peor conservadas.

El PSOE, según recuerda la diputada Laura Seara, presentó hace pocos meses una proposición no de ley por la que insta al Gobierno a aprobar un proyecto de mejora integral de la N-525 a su paso por la provincia que mejore su estado y seguridad ante las quejas vertidas por los gobiernos locales de los municipios afectados.

La travesía que forma la carretera N-525 a su paso por la localidad de Pazos y Verín es otro de los puntos en los que la conservación e más deficitaria.

Las grietas, según precisan desde la asociación, es un defecto que, si bien no supone ningún riesgo directo para la seguridad del tráfico, puede provocar importantes daños si se registran lluvias intensas, dado que el agua penetra y produce efectos nefastos en las capas internas del firme. La situación se agrava en invierno, cuando el agua se congela.

Junto al agrietamiento, la pérdida de árido o de material bituminoso del pavimento y las deformaciones provocadas por la rodada del vehículo son otros de los deterioros que, con mayor frecuencia, se pueden observar actualmente en los firmes de las carreteras de la provincia, destacan fuentes de Tráfico. Este hecho resulta especialmente evidente en la A-52, a su paso por Monterrei, hasta el punto en que incluso hay señales de precaución y advertencia de irregularidades en la calzada.

A nivel estatal, según la Asociación Española de la Carretera , el 38% de la red viaria del país presenta deterioros superficiales en su pavimento.

La Subdelegación del Gobierno de Ourense destaca el compromiso inversor del Estado con la provincia en materia de conservación de carreteras, con partidas anuales reservadas que superan los cuatro millones de euros. Este dinero -aclara- se destina a obras de mantenimiento de todos los elementos de la carretera y de sus instalaciones de alumbrado y señalización, además de tareas de desbroce, fresados, reposición del firme y limpieza de cunetas.

La Diputación también asegura estar concienciada con el estado de conservación de los viales de su titularidad (red secundaria), cuyos accesos a zonas industriales, sobre todo, dejan mucho que desear.

Recuerda que está empezando a aplicar la fibra de vidrio, como la que recubre piscinas, para parchear las carreteras del Polígono de San Cibrao, muy deterioradas por el peso de vehículos pesados. Su empleo, aún novedoso en España, permite otorga mayor resistencia a la capa asfáltica y alarga la vida de los neumáticos. Entre sus principales ventajas, según técnicos del ente provincial, está la de retardar la aparición de grietas.

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