APUESTAS

La adicción a apuestas online se dispara entre los jóvenes ourensanos

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photo_camera Usuarios de un salón de juego de la ciudad.

Casi uno de cada 10 menores de la provincia juega dinero en la red y el 15% de atendidos en Vigo son ourensanos

El auge de las casas de apuestas online y la proliferación de máquinas de estas empresas en los establecimientos hosteleros de la provincia sin ningún tipo de control amenaza la convivencia en las familias. La publicidad sin control de las apuestas deportivas, así como la facilidad de acceso a las distintas plataformas que se ofrecen en internet preocupa a la sociedad, que ha exigido en las últimas semanas la remodelación de la Lei do Xogo de Galicia.

Sportium, Bwin, Luckia, Codere....son algunas de las casas de apuestas online que también tienen presencia en distintos puntos de la provincia en tiendas físicas. Y el bum parece imparable si no se somete a un rígido control.

"Afecta a más adolescentes de los que pensamos", asegura Antonio Rial Boubeta, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela experto en adicciones. De hecho, el análisis de la unidad de psicología del consumidor de la USC apunta a que el 8,4% de los menores de edad reconocer haber apostado online a juegos de azar o eventos deportivos. Una cifra claramente en aumento, ya que en 2010 apenas suponía el 1,5% del total de los menores consultados.

El control de las casas de apuestas online, cuya verificación de la mayoría de edad consiste en enviar una fotocopia del DNI, parece escaso: "La media de edad que estamos notando es de 15 años, pero uno de cada cuatro apuesta ya con 12 o 13 años". Esta precocidad tiene que ver también con la inacción paterna: "Tiene que ver mucho con las normas a nivel familiar", dice Rial Boubeta, que explica que los que se "entre los que se conecta pasada la medianoche la tasa de apostantes se multiplica por tres".


"No da ni para pagar la luz"


La proliferación de las máquinas en los bares de la ciudad y la provincia es un hecho constatable. Las casas de apuestas no ofrecen precisamente un apetitoso acuerdo económico a los bares. "Nos dan un 1% de la recaudación total, no llega ni para pagar el internet y la luz que consume", aseguran en un bar de la ciudad. Reconocen, eso sí, que "hay mucha demanda" y que tener la máquina "atrae a que vengan clientes a consumir, sobre todo los días de fútbol".

Reconocen que son conscientes de que hay menores que en alguna ocasión apuestan, pero aseguran que "se escapa de nuestro control". Expertos y asociaciones de padres de alumnos ourensanos han exigido en diferentes ocasiones que se instalen medidas de control para frenar el consumo entre menores, "al igual que se hace con las máquinas de tabaco", como recuerdan también desde la Asociación de Jugadores Anónimos de Vigo, cuyo 15% de usuarios son ourensanos. 


"Empiezan a apostar ya en tercero de la ESO"


En Ourense, no hay centros especializadas para tratar al nuevo perfil de ludópata, y los afectados son derivados a Vigo, al centro de Asaja (la Asociación de Jugadores Anónimos de Galicia). De las 80 personas atendidas actualmente por ludopatía, 12 de ellos son ourensanos, más de un 15% . El perfil ha variado. "Antes nos venían mayores de 40 años adictos a las tragaperras, y ahora los adictos oscilan entre 20 y 25 años", indican desde Asaja. Sin embargo, no pueden atender a menores, "porque en teoría es ilegal que apuesten". Sin embargo, en sus controles en distintos colegios del sur de Galicia constatan que "ya se empieza a apostar en tercero de la ESO". 

Las máquinas físicas son un problema, dicen, pero casi peor es la apuesta online. "Hay una percepción de que al no ser dinero en metálico importa menos".  

De hecho, el experto Rial Boubeta señala que "el riesgo de adicción es 4 veces mayor en juego online". Este experto es tajante: "Para un menos es facilísimo apostar online. Tiene que haber más controles".  


Las posibilidades para apostar se multiplican en la provincia


En Ourense hay, según la Xunta, 6 locales específicos de apuestas más otros 10 salones de juego también dedicados a las apuestas. En total, 16 recintos, una cifra superior a la de la provincia de Lugo, con solo 10. A esto, se suman los bares. Solo Codere tiene más de 200 máquinas repartidas por locales de restauración de la provincia. Según el reglamento de apuestas deportivas de la Xunta de 2012, las tiendas de apuestas pueden tener un máximo de 12 máquinas; los casinos, bingos y salas de juego, 5; mientras que los bares solo pueden tener una. Los menores son usuarios de muchas de las máquinas físicas en bares, donde reconocen que "son menos estrictos que en los salones". 

Pero muchos aprovechan el juego online, utilizando la documentación de cualquier persona mayor de su entorno. "Para apostar no hace falta tener tarjeta de crédito, sino que puedes comprar tarjetas prepago en algunas tiendas". Ahí no tienen restricción de edad. 

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