El viaducto de Rego da Laxe, en Lalín, se suma a las obras ya terminadas de la línea entre Santiago y Ourense. El Adif dio cuenta ayer de la finalización de esta estructura. La línea se encuentra en avanzado estado de ejecución, aunque no cumple los plazos oficiales fijados para la obra. De hecho, cuatro de los nueve subtramos en los que se divide la línea ya tendrían que haber terminado. Y algunos de los trazados, que agotarán el plazo en próximos meses, aún están a mitad de ejecución de los trabajos precisos.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ya tiene concluidos un nuevo viaducto de la línea entre Santiago y Ourense, el de Rego da Laxe. Esta estructura, de 196 metros de longitud, se encuentra dentro de la línea de alta velocidad que enlazará Ourense con Santiago.
Este viaducto se une a otros ya terminados en los últimos meses. De hecho, el pasado julio concluía la ejecución del viaducto de O Eixo, en el tramo entre Boqueixón y Santiago, con 1.224 metros de longitud y caracterizado por el empleo de un novedoso sistema de construcción en España, para ejecutar un arco ojival central mediante el encaje de los dos semiarcos y posterior unión con el tablero superior.
Pero también están prácticamente finalizados otros viaductos, como los del río Portos, Formigueiro, Pedriña o el del Deza.
Las obras en la mayor parte del trazado entre Ourense y Santiago se encuentran en avanzado estado de ejecución, aunque en algunos puntos concretos acumulan un notable retraso, como en la mina de Serrabal (entre Vedra y Boqueixón).
No obstante, buena parte de los subtramos en que se divide el recorrido están ya agotando los plazos oficiales de obra, sin que la ejecución esté culminada. De hecho, en el primer semestre de este año terminaron los de los subtramos Ourense-Amoeiro, Carballiño-O Irixo-Abeleda, Abeleda-Baxán (en Lalín) y Boqueixón-Santiago. El próximo mes de septiembre concluye el periodo oficial de obra para el trazado entre Amoeiro, Maside y Carballiño, mientras que en octubre lo hará el de Carboei ro-Dornelas (Silleda).
Pero aún hay otros trazados que tienen plazo para las obras hasta principios de 2009. Así, las constructoras de los tramos Baxán-Anzo-Carboeiro (Lalín y Silleda) disponen hasta enero del próximo año para acabar las obras. De hecho, en este tramo se encuentra el citado viaducto de Rego da Laxe, y a cinco meses de que termine el plazo, Adif reconocía ayer que el tramo está al 50% de ejecución. Por último, las obras de Dornelas-Vedra-Boqueixón disponen de plazo oficial hasta abril.
Sistema constructivo de autocimbra
Los 196 metros de longitud del viaducto de Rego da Laxe discurren con un trazado en alineación curva. El tablero se apoya en cuatro pilares el menor de 10 metros y el mayor con una altura de 23 metros. La ejecución del tablero se ha realizado mediante un sistema constructivo denominado autocimbra inferior, en cinco fases. Para ello, el tramo se ha dividido en cinco vanos (la parte del tablero entre un pilar y el siguiente): dos de 32 metros, otros dos de 40 metros y uno central de 52 metros. El tablero tiene una anchura de 14 metros. Esta estructura encuentra dentro del tramo entre Baxán y Anzo, con nueve kilómetros de longitud, y en los que hay otros tres viaductos (los de Rego das Cabirtas, Rego de Lamas y Rego das Faquinitas) y cinco túneles (los de A Pena, Vilar do Xestal, Anzo, Castro y Bendoiro), cada uno de ellos en distintas fases de ejecución. Las obras, que tienen un presupuesto de 108,7 millones de euros, están siendo ejecutadas por la empresa Ferrovial-Agromán.
Este viaducto se une a otros ya terminados en los últimos meses. De hecho, el pasado julio concluía la ejecución del viaducto de O Eixo, en el tramo entre Boqueixón y Santiago, con 1.224 metros de longitud y caracterizado por el empleo de un novedoso sistema de construcción en España, para ejecutar un arco ojival central mediante el encaje de los dos semiarcos y posterior unión con el tablero superior.
Pero también están prácticamente finalizados otros viaductos, como los del río Portos, Formigueiro, Pedriña o el del Deza.
Las obras en la mayor parte del trazado entre Ourense y Santiago se encuentran en avanzado estado de ejecución, aunque en algunos puntos concretos acumulan un notable retraso, como en la mina de Serrabal (entre Vedra y Boqueixón).
No obstante, buena parte de los subtramos en que se divide el recorrido están ya agotando los plazos oficiales de obra, sin que la ejecución esté culminada. De hecho, en el primer semestre de este año terminaron los de los subtramos Ourense-Amoeiro, Carballiño-O Irixo-Abeleda, Abeleda-Baxán (en Lalín) y Boqueixón-Santiago. El próximo mes de septiembre concluye el periodo oficial de obra para el trazado entre Amoeiro, Maside y Carballiño, mientras que en octubre lo hará el de Carboei ro-Dornelas (Silleda).
Pero aún hay otros trazados que tienen plazo para las obras hasta principios de 2009. Así, las constructoras de los tramos Baxán-Anzo-Carboeiro (Lalín y Silleda) disponen hasta enero del próximo año para acabar las obras. De hecho, en este tramo se encuentra el citado viaducto de Rego da Laxe, y a cinco meses de que termine el plazo, Adif reconocía ayer que el tramo está al 50% de ejecución. Por último, las obras de Dornelas-Vedra-Boqueixón disponen de plazo oficial hasta abril.
Sistema constructivo de autocimbra
Los 196 metros de longitud del viaducto de Rego da Laxe discurren con un trazado en alineación curva. El tablero se apoya en cuatro pilares el menor de 10 metros y el mayor con una altura de 23 metros. La ejecución del tablero se ha realizado mediante un sistema constructivo denominado autocimbra inferior, en cinco fases. Para ello, el tramo se ha dividido en cinco vanos (la parte del tablero entre un pilar y el siguiente): dos de 32 metros, otros dos de 40 metros y uno central de 52 metros. El tablero tiene una anchura de 14 metros. Esta estructura encuentra dentro del tramo entre Baxán y Anzo, con nueve kilómetros de longitud, y en los que hay otros tres viaductos (los de Rego das Cabirtas, Rego de Lamas y Rego das Faquinitas) y cinco túneles (los de A Pena, Vilar do Xestal, Anzo, Castro y Bendoiro), cada uno de ellos en distintas fases de ejecución. Las obras, que tienen un presupuesto de 108,7 millones de euros, están siendo ejecutadas por la empresa Ferrovial-Agromán.
