ARTE

Del albergue a exponer su arte

photo_camera El venezolano, Volcán, muestra dos de los cuadros que expone hasta el día ocho de octubre en la Galería Ferrer, situada en la rúa do Canle.

José Luis Serrano Volcán es un artista que lleva la pintura en las venas. Nada lo ha apartado del óleo, ni siquiera el tiempo que pasó en la calle. De "Sin techo", la muestra que expone en la Galería Ferrer, ha vendido tres obras en un día.

Empezó a pintar en la parte de atrás de cajones siendo un niño. Pintaba y jugaba al tenis, hasta que un 23 de diciembre, una señora a la que no conocía le cambió la vida. Le preguntó si quería pintar y le dijo que su chófer le iba a llevar "unas cosas" a casa, él no se lo creyó y cuando llegó, "allí estaba el chófer esperándome con pintura, barro y una tarea... Empecé a pintar y cuando volvió me dijo que me iba a llevar a una escuela de arte". 

Volcán, nacido en Caracas en 1968, define su inicio como "algo mágico". No es para menos, así le becaron en la Escuela de Arte Federico Brandt, estuvo en la Escuela Superior de Artes Plásticas Armando Reverón y luego fue a Cuba, donde estudió Serigrafía y Litografía y Grabado.
Estaba en Londres cuando conoció a una agregada cultural de España, cuyo marido necesitaba a alguien para ayudarle a pintar el fresco de 300 metros cuadrados de una cofradía malagueña. Así acabó en España, tres años en Málaga y de ahí, a Madrid, de dónde se quiso ir porque "era muy rápido y le ponía nervioso".

Llegó a Ourense procedente de la capital. Lo hizo sin nada, con "una mano delante y otra detrás" y acabó en el albergue del transeúnte, donde explica que empezó a "maquinar qué estrategia seguir". "Me encontré en una situación muy delicada, pensaba que no quería pedir, no quería beber, ni fumar, ni nada de esta historia, pero estaba en el medio del meollo, donde se mueve todo esto y pensaba que tenía que transformarlo", afirma.

Fue en ese momento, dice, cuando aparecen sus animales alegóricos, inspiración de sus obras; la rata por organización, el pescado por la flexibilidad y el águila por la perspectiva. En ellos, encontró sus herramientas y pensó en conectar Cruz Roja, la asociación Juan Soñador y el albergue, donde estaba la educadora que creyó en él cuando le dijo que era pintor. Con cariño, afirma que fue ella la que le animó a hacer un proyecto. Lo hizo y lo presentó a Cruz Roja "Sin techo", el trabajo, acabó en la maravillosa exposición que ahora ocupa la Galería Ferrer.

"Amo Ourense, me ha dado la oportunidad de que transformara la situación tan vulnerable que tenía en que pueda exponer en una galería reconocida", reconoce el venezolano, que estuvo dos meses en el albergue, donde le dieron oportunidades para que encontrase su camino y la habitación donde vive. 

No fueron los únicos en ayudarle, y se le ilumina la cara cuando habla del momento en el que le dijo a su casero que era pintor y este le dio todo el material que su hija ya no usaba. Más tarde le regaló una caja nueva, cuando se presentó al concurso de dibujo de Ourense. "Por ahí empecé", afirma. 

Comenzó de nuevo y "una señora del Concello me compró un cuadro", ella que ahora es su amiga y le ayuda, llevó la pintura a enmarcar a Marcos Soto y él le preguntó quién lo había pintado. "Le contó mi experiencia y le pidió que fuese. Cuando fui me dio todo, materiales, pintura...". Fue otra gran ayuda para salir adelante, al igual que Cruz Roja, explica.

Ahora Volcán ha vendido tres cuadros en 24 horas de exposición y su mente solo está ocupada en trabajar, en buscar proyectos para seguir. Dice que en un momento quiso dejar la pintura pero que esta no se lo permitió, " siempre me tiene atrapado".

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