Las pymes constatan un aumento de las trabas para acceder a la financiación, según puso de manifiesto Gonzalo Solana, técnico del Consejo Superior de Cámaras, en una jornada organizada en Ourense sobre la crisis económica. En la sesión puso de manifiesto la necesidad de que las empresas se acostumbren a nuevas condiciones de financiación, más duras y costosas.
Ofrecer claves a los autónomos o pequeños y medianos empresarios para afrontar situaciones específicas que se pueden presentar en la actual situación de crisis fue el objetivo de una jornada desarrollada ayer en la Cámara de Comercio, bajo el título Nuevo contexto económico. Nuevas acciones.
La jornada comenzó con la intervención de Gonzalo Solana, director de Análisis y Estrategia del Consejo Superior de Cámaras, en la que manifestó que la crisis económica actual presenta una magnitud que no se había producido nunca. Además, se han tomado todas las medidas imaginables y no están teniendo los efectos que se esperaban, aunque puedan observarse algunos indicios de mejora. En el caso de España, a los problemas globales se une la crisis inmobiliaria y la necesidad de un cambio de modelo productivo, por lo que el Consejo Superior de Cámaras demanda un pacto de estado, que establezca la hoja de ruta a seguir para salir de la crisis, según dijo.
El ponente hizo referencia a un estudio del Consejo Superior de Cámaras elaborado el pasado mes de febrero, en el que se indica que el 82% de las pymes consultadas que se dirigieron a entidades financieras para demandar crédito ha tenido problemas para acceder a él y detectan un endurecimiento de las condiciones de financiación con respecto a meses anteriores, en concreto, en lo que respecta tanto a tipos de interés como a gastos de tramitación y comisiones. También ha disminuido el porcentaje de empresas que señalan que se ha reducido tanto el volumen de financiación como el plazo de devolución.
En cuanto a las necesidades que motivan la solicitud del crédito, la mayoría de las empresas sostienen que es necesario para su liquidez diaria, seguido de la financiación de proyectos de inversión y va en aumento el número de empresas que quieren refinanciar su deuda. La mayoría de ellas constatan que necesitan liquidez porque la obtención de ingresos de sus clientes se ve muy afectada por la morosidad.
En este sentido, Solana señaló que es posible que muchas empresas no puedan sobrevivir en un nuevo entorno en el que el acceso a la financiación no va a ser tan fácil como lo era antes e incluso que esta situación pueda llevarse por delante a firmas que sí son competitivas. Además, no se prevé que las condiciones de acceso al crédito vayan a cambiar rápidamente. Por ello, indicó a las empresas que deben acostumbrarse a nuevas condiciones de financiación más estricas y más caras, por lo que aconsejó que mejoren su capitalización. Al término de esta intervención, Guadalupe Fernández, técnica del área de mediación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) explicó las líneas de financiación pública que habilita este organismo para las empresas.
La jornada comenzó con la intervención de Gonzalo Solana, director de Análisis y Estrategia del Consejo Superior de Cámaras, en la que manifestó que la crisis económica actual presenta una magnitud que no se había producido nunca. Además, se han tomado todas las medidas imaginables y no están teniendo los efectos que se esperaban, aunque puedan observarse algunos indicios de mejora. En el caso de España, a los problemas globales se une la crisis inmobiliaria y la necesidad de un cambio de modelo productivo, por lo que el Consejo Superior de Cámaras demanda un pacto de estado, que establezca la hoja de ruta a seguir para salir de la crisis, según dijo.
El ponente hizo referencia a un estudio del Consejo Superior de Cámaras elaborado el pasado mes de febrero, en el que se indica que el 82% de las pymes consultadas que se dirigieron a entidades financieras para demandar crédito ha tenido problemas para acceder a él y detectan un endurecimiento de las condiciones de financiación con respecto a meses anteriores, en concreto, en lo que respecta tanto a tipos de interés como a gastos de tramitación y comisiones. También ha disminuido el porcentaje de empresas que señalan que se ha reducido tanto el volumen de financiación como el plazo de devolución.
En cuanto a las necesidades que motivan la solicitud del crédito, la mayoría de las empresas sostienen que es necesario para su liquidez diaria, seguido de la financiación de proyectos de inversión y va en aumento el número de empresas que quieren refinanciar su deuda. La mayoría de ellas constatan que necesitan liquidez porque la obtención de ingresos de sus clientes se ve muy afectada por la morosidad.
En este sentido, Solana señaló que es posible que muchas empresas no puedan sobrevivir en un nuevo entorno en el que el acceso a la financiación no va a ser tan fácil como lo era antes e incluso que esta situación pueda llevarse por delante a firmas que sí son competitivas. Además, no se prevé que las condiciones de acceso al crédito vayan a cambiar rápidamente. Por ello, indicó a las empresas que deben acostumbrarse a nuevas condiciones de financiación más estricas y más caras, por lo que aconsejó que mejoren su capitalización. Al término de esta intervención, Guadalupe Fernández, técnica del área de mediación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) explicó las líneas de financiación pública que habilita este organismo para las empresas.
