El ‘atentado flagrante’ que se diluyó en la norma

Alberto Fidalgo, Martínez y Miguel Fidalgo. (Foto: Miguel Ángel)
Los centros comarcales no podrán ser utilizados por los partidos políticos. Así lo ha decidido la Xunta y así concluyó una protesta del PSOE ante el delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, debido a que el jueves no pudieron disponer del de O Ribeiro.
Lo que el jueves a última hora se convirtió en un ‘atentado e unha flagrante violación dos dereitos fundamentais de expresión e participación política’ resultó ser a mediodía la simple acatación de una norma de la Xunta.

Todo comenzó cuando el PSOE quiso iniciar en el Centro Comarcal de O Ribeiro una charla del ciclo que han estado desarrollando por toda la provincia para hablar de los Presupuestos del Estado y de las nuevas energías y que cerró precisamente ayer la ministra Elena Espinosa en el Ateneo (fotografía de la derecha). Los trabajadores de ese centro les comunicaron que no tenían autorización y de este modo se abortó el encuentro. Tanto el senador Miguel Fidalgo como el diputado Alberto Fidalgo decidieron entonces exponer ayer su queja formal ante el dele gado de la Xunta, Rogelio Martínez. Señalaban que este ‘ataque’ era totalmente injustificable dado que habían solicitado el uso del centro el 23 de octubre.

Tras la reunión, los Fidalgo abandonaron en silencio la Delegación Territorial sin hacer más declaraciones. Sí las realizó Rogelio Martínez, quien explicó que existe una orden expresa de la Xunta que prohíbe el uso de estos locales para ‘actividades partidistas de calquer partido político’, estando sí permitido su uso a asociaciones o colectivos.

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