Emigrantes y vecinos de Avión lamentan durante su funeral el asesinato de Martínez Castro

'Las bandas organizadas de México, ante la duda, matan'

La viuda del empresario asesinado -tercera por la izquierda-, durante el funeral de ayer en Abelenda. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El asesinato de Paulino Alberto Martínez Castro, de 43 años, ha sido un duro golpe para su familia y, en general, para todos los vecinos de Avión. Una muerte violenta más que se viene a sumar a otras muchas que castigan la colonia de emigrantes en México como resultado de la inseguridad ciudadana que soporta ese país. Numerosas personas asistieron ayer al funeral desarrollado en Abelenda para acompañar a la familia. La mayoría, residentes habituales del municipio, pero también emigrantes que se encuentran en estas fechas disfrutando de las fiestas en sus pueblos de origen.
Manuel Cota lleva en el estado de Sinaloa 42 años. Es un empresario con negocios de mueblerías y de distribución de alimentos y aseguraba que Sonora -en cuya capital, Hermosillo, fue tiroteado Martínez Castro- se encuentra en una de las zonas más peligrosas debido a la existencia de bandas organizadas dedicadas al tráfico de drogas y prostitución, que operan entre México y EE.UU. 'Hay muchas muertes, pero normalmente suceden entre ellos, salvo como en este caso que se produjo una confusión o si te coincide que estás en un lugar público como un restaurante y se produce un tiroteo', aseguró este emigrante que alterna su estancia en ambos países a lo largo del año. Cota señaló que 'las bandas se hacen fuertes y, ante la duda, matan, aunque pese a todo, allí vivimos bien'. Al contrario de lo que ocurre en los estados del norte debido a la proliferación de bandas organizadas, en el Distrito Federal, apuntaba otro empresario que 'desde el 2000 notamos que han descendido los secuestros, que antes eran muy habituales, junto con las amenazas para pedir dinero, debido a la acción del gobierno'. Este vecino de Avión, también viaja constantemente a México, pero asegura que 'lo mejor es permanecer en el anonimato, de hecho yo nunca atiendo el teléfono en la empresa, cuando alguien pregunta por el propietario, los empleados contestan que es una sociedad'. Reconoce que hace años fue secuestrado y también amenazado.

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