Los inmobiliarios estiman que hay 200 locales en alquiler y unos 120 en venta en todo el casco urbano
La crisis económica ha motivado el cierre de numerosos bajos comerciales de la ciudad, dejando en muchos casos una sensación de suciedad y abandono que no hace más que perjudicar la imagen tanto del propio local como de la ciudad. Especialmente castigadas por esta falta de atención a los locales cerrados son las calles del centro de la ciudad -las del casco histórico y Progreso, entre otras-, así como zonas de O Vinteún, San Francisco o la avenida de Portugal.
Desde la Asociación de Empresarios Inmobiliarios de Ourense (Adeido) se estima que en la ciudad hay en torno a 200 bajos en alquiler y unos 120 en venta. De ellos, los que están en mal estado son "aquellos ubicados en edificios de más de 50 años de antigüedad, aproximadamente el 7,5% de los bajos que están vacíos", calcula el presidente del colectivo, Benito Iglesias. A ellos habría que sumar los locales que aún mantienen el formato de obra porque nunca han sido utilizados y que, en algunos casos, también sirven como acumuladores de todo tipo de basura y residuos.
Ni los propietarios de los bajos ni el propio Concello parecen estar interesados en mejorar esta situación, lo que sería posible haciendo cumplir la ordenanza municipal de limpieza aprobada en 1995. Todo ello a pesar de que, según Benito Iglesias, desde el sector inmobiliario se considera que "el estado de conservación de un bajo o local comercial ubicado en un edificio, así como otras cuestiones como sus prestaciones térmicas y los datos relativos al consumo energético y su accesibilidad pueden llegar a incrementar un 25% el valor de la propiedad".
Especialmente llamativo es el caso del entorno de la Praza Maior, uno de los puntos más turísticos de la ciudad, y, particularmente, de la avenida de Pontevedra. A la suciedad que acumula el edificio del antiguo hotel Barcelona, comprado hace unos años por Caixa Galicia para rehabilitarlo como sede de su fundación, se suma el estado en el que se encuentra el número 3 de esa calle, con el antiguo café Victoria cerrado desde hace años, al igual que otros locales comerciales que el Concello obligó a cerrar por el mal estado de conservación en el que se encontraba el edificio. Aquellos antiguos establecimientos son hoy "tablones "de cartelería ilegal y la entrada para la acumulación de basura entre sus rejas. Continuando el camino, ya en la esquina con la Praza Maior, ocurre otro tanto con el bajo comercial que se encuentra en ese edificio.
otros puntos de la ciudad
Con todo, la situación se repite a lo largo de toda la ciudad y no es ajena a céntricas calles como el Paseo o Alejandro Outeiriño. Incluso bajos comerciales que hasta no hace mucho tiempo albergaban establecimientos son hoy fuente de acumulación de basura. La suciedad se suma así a la decadente imagen que siempre supone ver cómo calles que otrora eran puntos neurálgicos del comercio de la ciudad pierden diariamente fuerza en su actividad.
