OURENSE

Los bienes de T-Solar salen a subasta a través de Internet

La compañía recibió ayudas públicas millonarias y cerró en el 2013 echando a casi 200 empleados

Casi dos años después del cierre de la empresa T-Solar en el Parque Tecnológico sus restos están saliendo a la venta mediante subasta a través de una empresa especialista en este tipo de operaciones a través de Internet. Desde hace ya varios días se están intentando comercializar lotes con los artículos que han quedado en desuso desde el cierre de la compañía que fabricaba paneles solares.

Ayer mismo continuaba el procedimiento con hasta 30 lotes diferentes que incluyen maquinaria de las antiguas instalaciones, robots utilizados para la fabricación, carretillas elevadoras y, en general, material específico en el proceso de elaboración de los paneles de silicio amorfo en los que se había especializado la empresa. En la relación de bienes en subasta hay tasaciones que apenas superan los cien euros hasta llegar los 6.000 euros. Para participar en la operación de compra se requiere aceptar las condiciones de la empresa de subastas y pujar por los productos ofertados.

Fuentes conocedoras de la operación también aluden a que la subasta alcanza además a la nave empresarial. En sentido, ha trascendido que alguna empresa ourensana habría mostrado interés en quedarse con las instalaciones, sin que la operación haya fructificado por el momento.

La subasta de todos sus bienes viene a enterrar definitivamente una operación empresarial sustentada fundamentalmente en el cobro de subvenciones públicas que superaron los 65 millones de euros. La compañía cerró la primavera del 2013 y los casi 200 trabajadores que llegó a tener perdieron sus empleos. Luego de un encierro en las instalaciones de la fábrica como medida de presión, los empleados acabaron claudicando. La declaración de concurso de acreedores se tramitó en los juzgados de Vigo y en enero del año pasado dio por buena la liquidación de la sociedad y la peritación de los bienes.

T-Solar había recibido durante su corta existencia (de 2008 a 2013) alrededor de 65 millones de euros en ayudas y subvenciones, muchas a fondo perdido, procedentes de organismos como el Igape, Xesgalicia, la propia Xunta, el Ministerio de Economía o el Ministerio de Educación y Ciencia, aunque la mayor parte provinieron de la Administración autonómica gallega. Creada para fabricar los paneles solares de silicio amorfo su mercado quedó desvirtuado al poco tiempo. El Gobierno suprimió la prima a las renovables y acabó siendo la puntilla.

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