Seixalbo vivió ayer, a pesar de la intensa lluvia, su "Venres da Chavalada", con un desfile del CEIP de Seixalbo y con acompañamiento muy musical
Antes de asumir por completo la gran responsabilidad que este año ha sido depositada en los alumnos del CEIP de Seixalbo de cuidar durante doce meses a "Vicentiño" el hijo de los imprescindibles Nicanor y Paquita, personajes representativos del Entroido de Seixalbo, estudiantes y profesores decidieron vivir a tope una jornada totalmente festiva.
A pesar de que la lluvia que cayó ayer por la mañana de manera intensa estuvo a punto de hacer que el desfile se viera obligado a interrumpirse, al final hubo suerte, y no fue necesario.
Claro está que los animales que suelen habitar el bosque, los árboles y demás fauna están más que acostumbrados al agua y en Seixalbo no iban a ser menos.
Abejas, búhos, mariquitas, árboles, plantas, todos dejaron por unas horas sus hogares para acudir a las calles de la localidad y recorrerlas acompañados por la charanga "Ruídos de Seixalbo". Como premio fueron recibiendo caramelos y dulces que los vecinos les iban lanzando desde las ventanas y los balcones.
El desfile infantil no ha sido más que un preludio de lo que aún espera a los vecinos. Entre los actos destacados para disfrutar con Paquita y Nicanor está la celebración de una gran comida mañana que dará muestra de la buena vecindad que reina en Seixalbo y que cada año queda patente con estas confraternización alrededor de una buena mesa.