POBREZA

Aumentan en Cáritas los hombres mayores de 55 años como usuario

En la memoria de la entidad se contabilizan 27.734 personas beneficiadas y se alerta de la cronificación de la pobreza

Los rostros que  ven: 11.138; las personas que benefician: 27.734. Estos son los números de personas atendidas y favorecidas por Cáritas Ourense durante el pasado año, según la memoria presentada por la directora de la entidad, María Tabarés Domínguez, acompañada de José Ángel Feijoo Mirón, delegado.

Estas cifras, según indicó María Tabarés Domínguez, "tienden a estabilizarse por tercer año consecutivo. No hay una gran variación en el número de personas que atendemos, tal y como ocurrió durante los primeros años de la crisis. Pero sí nos preocupa la cronificación de las personas vinculadas a Cáritas, porque eso significa que nos consiguen salir de la pobreza".

El 24,8 por ciento de las personas atendidas llevan tres años de alta en la entidad; el 15,9 por ciento lleva dos años solicitando y recibiendo ayudas, y 424 acudieron por primera vez.

María Tabarés también destacó que "el sistema no alcanza a dar respuesta a las necesidades de estas personas". Los números le dan la razón: el 75 por ciento de las personas atendidas había pasado anteriormente por los servicios sociales públicos. "Estas situaciones se dan sobre todo por el agotamiento del derecho a las prestaciones en casos de situaciones largas de desempleo", explicó.

En cuanto a los perfiles de los usuarios, Tabarés mantuvo que "ahora vemos que la desigualdad viene muy marcada por la edad. Ha aumentado la vulnerabilidad de los hombres mayores de 55 años, que tienen muy complicado volver al mercado laboral". Cáritas agrupa en dos grupos los perfiles: las personas sin hogar o con hogar inseguro, donde destacan los hombres solos, de entre 55 y 65 años, un 21 por ciento; seguido de jóvenes de ambos sexos, un 20 por ciento. El segundo grupo sería el de familias  monoparentales, donde destacan las mujeres de entre 20 y 45 años, con cargas familiares, uno o dos hijos; y con ingresos procedentes del Risga o empleo temporal que suponen una media de 550 euros al mes.

Cáritas vuelve a poner el foco sobre los casos en los que tener un empleo no garantiza poder cubrir las necesidades básicas. El 89 por ciento de las personas atendidas sitúa la media de sus ingresos en 294 euros al mes. Pero tanto trabajo también consigue logros: se gestionaron directamente 52 ofertas de empleo y se lograron 46 inserciones laborales; se ofrecieron 5.396 respuestas inmediatas a necesidades básicas y se consolidó la apuesta de que es posible vivir y envejecer en el rural, con el quinto aniversario del programa de envejecimiento activo.

Respecto a los datos económicos, Cáritas invirtió 1.742.889 euros en recursos, de los que un 28 por ciento proceden de socios, colectas y donativos; un 14 por ciento de otros ingresos privados; y un 58 por ciento por los servicios que prestan a la administración pública. Estos se dividen de la siguiente manera: un 4,23 por ciento de la UE; 36,9 % del gobierno central; un 10,8% de la Xunta; un 0,7% de la Diputación y un 5,2% del Concello de Ourense. 

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