Depósitos de ceniza y ramas quemadas, procedentes de arrastres de las laderas del río Navea calcinadas por incendios forestales de 2011 y 2012, afloran y con una gran densidad en el embalse de Chandrexa de Queixa, cuya capacidad se encuentra actualmente bajo mínimos. Los depósitos, en algunos puntos de más de un metro de espesor, ofrecen una imagen muy peculiar, con el fondo del embalse completamente negro.
Pero, sobre todo, demuestran que las consecuencias de los incendios forestales van más allá de la quema de los montes, provocan una gran cantidad de ceniza y de restos que, cuando llegan las lluvias, son arrastrados hacia los ríos, y provocan la contaminación de sus aguas y dañando irremediablemente el suelo de la superficie quemada. Así lo aseguran los socialistas de la comarca de Trives y Castro Caldelas, que han advertido de la gravedad de la situación y urgen a la Xunta de Galicia y a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil un plan que evite las escorrentías en las zonas quemadas. Porque en esta zona de la provincia, muy dañada por el fuego en los años 2011 y 2012, no se han tomado después medidas que eviten esos arrastres, que contaminan los ríos y los embalses, afectan a la vida piscícola de flora y fauna y, al final, al agua destinada al consumo.
El caso del embalse de Chandrexa de Queixa es un ejemplo, dicen los socialistas, de esa 'desidia' de la administración autonómica y estatal, que no toma medidas para evitar las consecuencias y el impacto de la superficie quemada sobre la naturaleza y acaba permitiendo la contaminación de los ríos.
También en materia medioambiental, el grupo socialista de la Diputación ha hecho público un comunicado en el que alerta de la grave situación de los ríos y embalses y pide a la institución provincial que elabore un mapa de alerta por contaminación de cianobacterias para evitar problemas de vertidos de purines, como ocurre en A Limia, y vigile el correcto funcionamiento de las depuradoras de aguas residuales del medio rural, especialmente las del Plan Daredo y Deputrans, que tienen financiación europea.
El caso del embalse de Chandrexa de Queixa es un ejemplo, dicen los socialistas, de esa 'desidia' de la administración autonómica y estatal, que no toma medidas para evitar las consecuencias y el impacto de la superficie quemada sobre la naturaleza y acaba permitiendo la contaminación de los ríos.
También en materia medioambiental, el grupo socialista de la Diputación ha hecho público un comunicado en el que alerta de la grave situación de los ríos y embalses y pide a la institución provincial que elabore un mapa de alerta por contaminación de cianobacterias para evitar problemas de vertidos de purines, como ocurre en A Limia, y vigile el correcto funcionamiento de las depuradoras de aguas residuales del medio rural, especialmente las del Plan Daredo y Deputrans, que tienen financiación europea.
