El temporal dejó rachas de viento de 161,6 kilómetros por hora en Carballeda de Valdeorras y lluvias intensas en varios puntos de la geografía ourensana
La ciclogénesis se dejó sentir este miércoles en Ourense antes de remitir. En Melón, un desprendimiento de piedras afectó a la autovía A-52. Mientras, en la montaña los registros de viento rondaron los 90 kilómetros por hora, para los casos más representativos, aunque algún punto como Lardeira, en Carballeda de Valdeorras (a gran altura) se ha anotado rachas de hasta 160 kilómetros por hora. En lo referente a las precipitaciones, la cantidad más alta registrada en Ourense ha sido de 34,4 litros por metro cuadrado en A Mezquita, y el segundo número más elevado han sido los 32,6 litros por metro cuadrado de Cabeza de Manzaneda.
Galicia
La segunda y última jornada de la primera ciclogénesis explosiva del verano gallego ha dejado rachas de viento, que han superado los 160 kilómetros por hora, acompañados de una reducción en la cantidad de precipitaciones.
Ayer arrancó la ciclogénesis explosiva con mucho viento, gran oleaje y abundante lluvia, condiciones que han continuado hoy aunque el agua, intensa por momentos, ha caído en menor cantidad que hace veinticuatro horas.
Las alertas naranjas y amarillas se han hecho notar con unas condiciones adversas que incluso han superado en algunos puntos a las de ayer, según han informado fuentes de Meteogalicia a EFE.
La racha máxima de viento del sur el martes fue de 130 kilómetros por hora en Punta Candieira, en Cedeira, situada en la zona norte de la provincia de A Coruña, cifra que hoy ha aumentado hasta los 140,8 km/h, mientras la dirección del viento cambiaba ligeramente a suroeste.
En el litoral coruñés las cifras más altas han estado en Lira (Carnota) con 111,6 km/h; en A Gándara (Vimianzo) con 106,2 km/h; y en Malpica con 103 km/h.
Destacan en Pontevedra los 137,9 km/h de viento registrados en Xesteiras (Cuntis) o los 109,4 de Castro Vicaludo (Oia), mientras que el récord en Lugo ha estado en Ancares (Cervantes), con 117 km/h a 1.364 metros de altitud.
Todo en un día con unas temperaturas mínimas de trece grados centígrados, máximas de dieciocho y que han promediado unos quince grados a lo largo de la geografía gallega.
La lluvia, que ayer superó los cien litros por metro cuadrado en algunos puntos, ha estado presente, pero en menor cantidad, y ha afectado principalmente a las provincias de Pontevedra y Ourense.
En la primera ha sido la estación de Xesteiras la que más precipitaciones ha registrado, con 39 litros por metro cuadrado, seguida de Pereira (Forcarei) con 35 y Fornelos de Montes, con 39,8.
Mañana está previsto un día tranquilo, con nubes y claros acompañados de lluvias ocasionales durante toda la jornada que darán paso a un fin de semana plácido con aumento de las temperaturas.
El viernes todavía continuarán las lluvias eventuales, en especial en el litoral de A Coruña y Pontevedra, y el sábado y el domingo serán dos días, si las condiciones no cambian, tranquilos y con sol para aprovechar las últimas jornadas del verano.
Las alertas terminan hoy y tampoco está programada ninguna para el resto de la semana después de dos días plagados de incidencias en los que los gallegos han tenido que extremar las precauciones cada vez que salían a la calle.
