Tres cisnes, los nuevos vecinos en Cachamuíña

Imagen de los tres cisnes, nadando en el embalse de Cachamuíña.
photo_camera Imagen de los tres cisnes, nadando en el embalse de Cachamuíña.

Los tres nuevos vecinos del embalse acaparan la atención de los visitantes desde hace semanas. Es el segundo año consecutivo en el que los cisnes escogen mudarse a Pereiro de Aguiar, donde conviven con numerosos patos y cormoranes

El embalse de Cachamuíña presume de nuevos vecinos: tres cisnes que anidaron en el entorno natural hace semanas. Las aves acaparan la atención de los visitantes, que se acercan, las fotografían e, incluso, les dan de comer. Este es el segundo año que los cisnes se mudan a Pereiro, aunque en 2022 solo lo hizo un ejemplar. “O ano pasado o cisne botara no encoro unha tempada, e este ano apareceron tres”, explica Luis Menor, alcalde de Pereiro de Aguiar, que pone en valor la biodiversidad del entorno. “A verdade é que cada día vemos nova fauna en Cachamuíña”, resalta. 

Los trabajadores de mantenimiento de la zona verde supervisan a los tres animales -“están pendentes e danlles algo de comida”-, que se han integrado “moi ben” en el embalse. De hecho, comparten espacio con numerosos patos y cormoranes. “Non desbotamos facer unha solta de cisnes nun futuro, pero polo de agora, a chegada das aves foi algo espotáneo”, comenta el regidor. El gobierno local colabora con asociaciones animalistas en la colocación de nidos en el entorno de Cachamuíña, una medida para preservar la variada fauna del entorno.

¿De dónde vienen?

Serafín González, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), explica que los tres ejemplares han podido llegar desde algún punto de Galicia o del resto de España. “Nos últimos 25 anos a poboación de cisnes está en expansión, despois de que comezasen a soltalos en parques, encoros e demais zonas asolagables. Por tanto, puideron chegar dende case calquera sitio de Galicia ou España”, apunta. En la comunidad, esta ave anida en varias rías (la de Pontevedra y Vigo, entre otras), así como en entornos naturales de villas y ciudades. “A súa expansión está claramente favorecida pola actividade humana, sexa por soltas ou pola alimentación, xa que a xente lles dá de comer”, señala. 

Pero los cisnes ya llegaban a la provincia hace un siglo para instalarse en la Lagoa de Antela. “Por aquel entón, as aves mudábanse dende outras zonas de Europa cando había unha vaga de frío moi forte e os lagos onde vivían se conxelaban. Viaxaban ata que atopaban un lugar onde quedar”, recuerda González. 

Las consecuencias del aumento de la población en los ecosistemas, por ahora, son desconocidas. “Non se coñecen, sabemos que é unha especie en expansión e haberá que esperar”, reconoce.

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