“En época de Navidad, a la cigüeña del Sil verás”

Una cigüeña fotografiada hace unos días en el río Sil a su paso por O Barco.
photo_camera Una cigüeña fotografiada hace unos días en el río Sil a su paso por O Barco.
En Valdeorras ya es habitual ver cigüeñas que adelantan su vuelta al mes de diciembre, provenientes no de una migración a África, sino de un desplazamiento al sur de España, debido al cambio climático y la mayor disposición de alimento

"No es que no se haya ido, es que ha vuelto antes”. Serafín González Prieto, es el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, y tiene la respuesta a la curiosidad surgida por la estancia de varias cigüeñas adultas que han elegido el río Sil, en O Barco, para pasar las fiestas. Y resulta que no es que no se hayan desplazado, sino que en lugar de volver en febrero, por San Blas, “ahora lo hacen antes”. Y además, ese desplazamiento no ha sido, seguramente, tan lejano, “porque ahora muchas de ellas no cruzan el Estrecho para llegar al África subsahariana, a la zona del Sahel, sino que se quedan en el sur de España, o en las dehesas de Extremadura”. 

Y, ¿por qué lo hacen? Lo que está claro es que hay varios motivos, según explica este experto, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Compostela, “entre ellos el cambio climático, pero también la mayor disponibilidad de alimento en esas zonas del sur de España”. Explica que esto es una cuestión de ahorro de energía, “cada vez los inviernos son menos fríos, y si las aves están bien alimentadas lo aguantan bien, y a la vez la migración les supone un esfuerzo y un riesgo en el desplazamiento; ellas piensan si les compensa o no”. Y, por lo visto, cada vez les compensa menos y por eso las vemos más durante los meses más fríos.

El alimento, muchas veces lo encuentran en los vertederos humanos, algo que les beneficia, pero puede constituir un peligro para el animal. “Hace unos años, en uno de los nidos que había en O Castro, unos pollos de cigüeña estaban intentando comerse una cuerda de más de un metro que sus padres depositaron en el nido pensando seguramente que era una culebra, con el peligro de atragantamiento que supone”.  

Evolución

Según cuenta, “hace como veinte años era normal verlas en el mes de enero en la zona de A Limia, y ahora cada vez es un poquito antes. De febrero pasaron a mediados y principios de enero. Y ahora ya en diciembre se ven en otras zonas como pasa en Valdeorras”. Cuando realmente se ven pocas, “es en octubre y noviembre”, que sí se desplazan, pero no cambian de continente. 

La pregunta también surge a la hora de hacer recuento; si no migran cruzando el Estrecho, no hay merma en las poblaciones de aves como solía haber, ¿habrá un exceso de aves, entonces? Serafín Gonzalez explica que incluso, este cambio de comportamiento, beneficiará a la especie. “La cigüeña pasó por un periodo muy malo entre los años ochenta y noventa, por al seguía en toda Europa, y tras aquello, poco a poco se empezaron a recuperar”. La Naturaleza, según explica, buscará siempre sus equilibrios, porque “ningún depredador puede acabar agotando sus presas porque entonces se muere. Quizás si tienen menos comida tendrán menos éxito reproductivo”.

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