El Campus da Auga dispondrá de títulos relacionados con la viticultura y termalismo en tres años, lo que supone un impulso cualitativo a la formación universitaria que se imparte en Ourense. Durante años hemos escuchado en reiteradas ocasiones el término Campus da Auga sin que fuésemos capaces de precisar con exactitud de qué estábamos hablando y ahora por fin se concreta algo.
Hay una bolsa de financiación importante por parte de la Xunta para obligar a la especialización en ambos sectores, así como a crear un programa de captación de investigadores.
Este tipo de cuestiones, aunque suenen un poco abstractas, tienen un importante recorrido. En el caso que nos ocupa, los estudios relacionados con la viticultura se corresponden con un sector dinámico, que lucha por buscar mercados, por apostar por la calidad y ganar nuevos terrenos cultivables. En el otro caso, el del termalismo, no supone nada más que otro clamoroso ridículo.
En la provincia con ingentes recursos balnearios no hay una apuesta seria que se defienda para ponerlos en valor. Al contrario, todo está en un débil equilibrio. Pero bueno, al menos se estudiará en el Campus da Auga. No tendremos termalismo pero sabremos más que nadie de él. Algo es algo.
