COMERCIO - OURENSE

El comercio local mantiene ocupación, pero sus retos amenazan su supervivencia

OURENSE. 19/05/2018 Calle del Paseo. Actividad Comercial Foto: Miguel Angel
photo_camera Un cliente, en una tienda de la calle Paseo en la tarde de ayer.

La mejora del consumo no es suficiente en un sector que mantiene empleo pero ve amenazada la rentabilidad y la competitividad

La teórica salida de la crisis ofrece perfiles poco nítidos en el comercio local. El cambio de modelo de consumo, el crecimiento de las ventas por Internet o la competencia de las grandes enseñas son solo algunas variables que ponen en un brete al sector. Aún así, la ocupación resiste. Alguno de estos parámetros puede ofrecer una foto fija de esta actividad económica.


OCUPACIÓN


Según un informe del Observatorio Económico Ourensán, referido al comportamiento de varias actividades en el 2017, el comercio ganaría 1.600 ocupados, situándose en tercera posición en cuanto a crecimientos, por detrás de hostelería (3.400 ocupados más) y construcción (2.000). La misma fuente alude a que "as ramas con máis peso relativo na provincia son o comercio, que representa o 14,4% todo total, case un punto porcentual máis que hai un ano".


CONTRATOS


Según los datos aportados por el Ministerio de Empleo, el pasado abril se hicieron en Ourense 5.789 contratos, de los que 1.616 (27,9%) fueron para las actividades de hostelería y comercio, frente a los 1.580 suscritos el mismo mes del año anterior. Es el gremio con más potencial de contratación en la provincia, pero también es el más estacional.


SEGURIDAD SOCIAL


Otros parámetros demuestran que el sector mantiene el tipo, pero acusa síntomas de agotamiento. En marzo de este año 10.884 ourensanos estaban afiliados a la Seguridad Social en Ourense en la rama de comercio al detalle, pero la media del 2017 fue de 11.154 personas. En su favor hay que decir que apenas se han producido importantes oscilaciones ya que al comienzo de la crisis (2009) había 11.168 cotizantes en este epígrafe.


INTERNET


Sin embargo, el patrón del consumo ha cambiado de forma radical: compras más seleccionadas, búsqueda de ofertas —las tiendas se han visto abocadas a realizar descuentos fuera de temporada— y, sobre todo, una cuota importante de mercado se la lleva Internet. Este tipo de operaciones, sobre todo realizadas por jóvenes, no para de crecer también en Ourense y gana unos 3.000 nuevos clientes cada año. Durante el 2016 —últimos datos disponibles— un 21,94% de los ourensanos mayores de 16 años habían adquirido de forma ocasional o habitual algún producto a través de Internet. En números redondos, 60.600 personas se han inclinado por comprar a través de la red y con ello se confirma también una progresión que se afianza cada año. En el 2015 eran 57.700 los ourensanos que usaron el comercio electrónico y un año antes la cantidad medida era de 53.500.


NUEVAS EMPRESAS


El sector servicios sigue siendo el refugio de los nuevos emprendedores y empresarios. La mayor parte de los negocios que se crean en la provincia están relacionados con la hostelería o el comercio. Los datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil demuestran que en el 2017, de las 435 empresas constituidas, 38 eran estaban dedicadas a comercio al detalle; es decir, un 8,7% del total. En su mayoría son jóvenes que abren su primera tienda, en muchas ocasiones como salida laboral tras los años de la crisis. Suelen ser negocios de pequeño tamaño y muy especializados. 


COSTES DE ALQUILER


También los costes de acceso a los locales en las buenas zonas comerciales están lastrando la llegada de nuevas iniciativas. Los precios en calles como Paseo y Santo Domingo imposibilitan a gran parte del comercio local ocupar esos espacios, con lo que dejan en manos de enseñas foráneas la inversión. Según los últimos datos de la patronal inmobiliaria Fegein, el alquiler medio de una tienda en Paseo o Santo Domingo puede llegar a los 30 euros el metro cuadrado, el más alto de Galicia. Fuera de esas calles, el resto de la zona centro cotiza a 11 euros por metro cuadrado, As Lagoas (8 euros) u otros espacios del Casco Vello (7 euros). En O Couto o A Ponte se paga una media de 5 euros por metro cuadrado. El comercio electrónico no necesita pagar locales, da igual donde se ubique, ni tener escaparate físico para despachar su mercancía.


GRANDES SUPERFICIES


Pese a los múltiples retos que debe encarar el comercio, en el caso de Ourense se observa que es la ciudad gallega con menos competencia de los grandes centros comerciales. El galimatías urbanístico de los últimos años impide la llegada de los centros de Eroski y El Corte Inglés, previstos para A Farixa y Mariñamansa, respectivamente.  Por lo tanto, únicamente Ponte Vella o Carrefour captan una parte del pastel del consumo. Eso sí, los operadores del sector de mediano formato siguen llamando a las puertas de la ciudad y entrarán en cuanto se apruebe el nuevo plan de urbanismo. Por el momento, Leroy Merlin ya construye su centro en Quintela gracias a una licencia que tiene encaje en el plan vigente, de 1986.


LA RENTABILIDAD


Pero, además de las cuestiones urbanísticas o laborales, el comercio ourensano tiene ante sí el problema de la competitividad. Las leyes liberalizadoras del sector —por ejemplo, el calendario de rebajas— le dejan en inferioridad de condiciones ante los grandes del sector. Pero también la falta de unidad del colectivo les impide planes de acción conjuntos. El caso ourensano es, además, paradigmático porque carece de visibilidad en sus propias plataformas de venta on line. 

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