Ourense tiene déficit de plazas de aparcamiento. Así concluye el Plan de Movilidad Urbana Sostenible encargado por el Concello en su análisis de la gestión del estacionamiento en la ciudad. Por ello, el documento propone al Concello estudiar la localización de parkings, en superficie o bajo rasante, en siete zonas de la ciudad: el entorno de la estación de A Ponte, en el barrio de O Couto, en puntos cercanos al Puente del Milenio (a ambos lados del río), en la avenida de Zamora y Campus Universitario.
Además, sugiere la construcción de un estacionamiento subterráneo en el marco del Plan Especial de As Burgas -la reforma de la Praza de Abastos incluye la construcción de un aparcamiento bajo rasante-.
El estudio también establece las zonas que presentan más problemas en lo que a estacionamiento se refiere. Así, llama la atención sobre el déficit 'importante' de plazas de aparcamiento en el barrio de San Francisco, del que señala que su situación junto al Casco Vello 'genera demandas que superan ampliamente a la oferta'.
Junto a San Francisco, las calles del centro de la ciudad -y en concreto, Saénz Díez, Celso Emilio Ferreiro, Ramón Cabanillas, Progreso y Concordia- son otros de los puntos en los que el informe detecta falta de estacionamientos, aunque en este caso, 'el establecimiento de aparcamientos subterráneos contribuye a paliar este importante déficit'. Por último, las avenidas de Santiago, de As Caldas y de Marín -las tres en A Ponte- también son zonas en las que se detectan mayores problemas a la hora de aparcar el vehículo.
Además de proponer más lugares para dejar el coche, el plan considera que la política de aparcamiento en la ciudad debe tener en cuenta factores como la capacidad del propio Concello a la hora de regular la oferta de plazas para cada uno de los distintos colectivos, es decir, teniendo en cuenta si serán para residentes, visitantes o estacionamientos de corta duración.
En este mismo marco, el estudio señala la incidencia que puede tener el Concello en la política tarifaria, de forma que se penalicen las largas estancias en los aparcamientos subterráneos del centro y establezcan tasas homogéneas en esos establecimientos, aunque apuesta por que los estacionamientos centrales tengan tarifas superiores a los situados en los barrios colindantes para evitar la concentración de vehículos en el centro de la ciudad -aunque hay que tener en cuenta que todavía no existen parkings públicos de titularidad municipal en los barrios-.
El estudio también establece las zonas que presentan más problemas en lo que a estacionamiento se refiere. Así, llama la atención sobre el déficit 'importante' de plazas de aparcamiento en el barrio de San Francisco, del que señala que su situación junto al Casco Vello 'genera demandas que superan ampliamente a la oferta'.
Junto a San Francisco, las calles del centro de la ciudad -y en concreto, Saénz Díez, Celso Emilio Ferreiro, Ramón Cabanillas, Progreso y Concordia- son otros de los puntos en los que el informe detecta falta de estacionamientos, aunque en este caso, 'el establecimiento de aparcamientos subterráneos contribuye a paliar este importante déficit'. Por último, las avenidas de Santiago, de As Caldas y de Marín -las tres en A Ponte- también son zonas en las que se detectan mayores problemas a la hora de aparcar el vehículo.
Además de proponer más lugares para dejar el coche, el plan considera que la política de aparcamiento en la ciudad debe tener en cuenta factores como la capacidad del propio Concello a la hora de regular la oferta de plazas para cada uno de los distintos colectivos, es decir, teniendo en cuenta si serán para residentes, visitantes o estacionamientos de corta duración.
En este mismo marco, el estudio señala la incidencia que puede tener el Concello en la política tarifaria, de forma que se penalicen las largas estancias en los aparcamientos subterráneos del centro y establezcan tasas homogéneas en esos establecimientos, aunque apuesta por que los estacionamientos centrales tengan tarifas superiores a los situados en los barrios colindantes para evitar la concentración de vehículos en el centro de la ciudad -aunque hay que tener en cuenta que todavía no existen parkings públicos de titularidad municipal en los barrios-.
