Los técnicos cifran en 245 las existentes, que tendrán que estar regularizadas antes de diciembre

El Concello consigue hacer desaparecer 38 vallas publicitarias ilegales en la ciudad

El Concello pretende regularizar vallas publicitarias como las de la imagen, en O Fonsillón. (Foto: Xesús Fariñas)
El proceso de legalización de las vallas publicitarias de la ciudad finalizará en diciembre, según fuentes municipales. Con esta campaña de legalización el Concello pretende acabar con la colocación indiscriminada de estas estructuras. Hasta que comenzó el proceso no se cobraba ni la licencia de instalación ni las sanciones derivadas de la ubicación ilegal.
El Concello prosigue con su particular ‘lucha’ contra las vallas publicitarias ilegales. La campaña municipal pretende finalizar de una vez por todas con la instalación prácticamente clandestina de estas estructuras. Así, los técnicos han hecho ya un listado de todas las vallas ilegales existentes en el municipio -245, alrededor de un 90% del total- y trabajan ahora en su regularización. Un proceso que, según fuentes municipales, quedará finalizado con total probabilidad en el mes de diciembre, ya que la gran mayoría de las empresas titulares de las vallas están colaborando para su legalización.

En este ámbito de cooperación, desde que se comenzó la campaña ‘hace ya unos meses’ hasta la actualidad, el Concello ha constatado que 18 estructuras fueron retiradas y ha recibido comunicación -pendiente de comprobación- de otras 20. Con la retirada, fueron archivados los expedientes de reposición, aunque continúan adelante los sancionadores.

Precisión topográfica

El trabajo se centra ahora en determinar la legalidad de muchas de estas estructuras, dado que unos metros pueden marcar las diferencias entre la irregularidad y la ilegalidad. ‘Las vallas en zonas verdes no se pueden legalizar y nos hemos encontrado algunas instaladas justo en el límite de estas zonas. Por eso tenemos que tener una gran precisión topográfica’, señala un técnico del área de Urbanismo. Precisamente por unos metros de diferencia quedaron excluidas algunas de las vallas contabilizadas inicialmente, ya que al realizar las comprobaciones técnicas ‘nos dimos cuenta de que estaban en otros ayuntamientos, como nos pasó con el de Barbadás, por lo que se lo comunicamos a ese concello’, explican las mismas fuentes.

Las vallas publicitarias tienen prohibida su instalación en el ámbito del PERI y los edificios catalogados que se encuentren fuera de dicha zona. Tampoco pueden colocarse en los parques y jardines de la ciudad, en zonas verdes ni en suelo no urbanizable protegido. Por otro lado, la Ley de carreteras también establece una normativa para estas estructuras, que deben quedar a 10 metros de las vías y que no pueden estar ubicadas en cruces ni rotondas. Por todo ello, es de vital importancia para los técnicos municipales situar el punto exacto en el que se encuentran estas estructuras a la hora de determinar con exactitud si pueden ser legalizables por parte de la empresa propietaria de las vallas.

Sanciones hasta 60.000 euros

A falta de finalizar la comprobación de la ubicación exacta de las vallas ilegales, el porcentaje de estructuras que posiblemente tendrán que ser retiradas por la imposibilidad de regularizarlas se acerca al 30%, según fuentes municipales. Alrededor de un 20% depende de la consulta a otros organismos (como la Demarcación de Carreteras) para su regularización. De forma paralela a los expedientes de reposición, el Concello ha abierto a las empresas responsables expedientes sancionadores por instalarlas sin licencia. Las infracciones leves son castigadas con una multa de 300 euros, mientras que las más graves (podrían corresponderse a las vallas ubicadas en zonas ver des) tienen sanciones que van desde los 6.000 a los 60.000 euros. No obstante, los técnicos del Concello han mantenido reuniones con los propietarios de estas vallas y ya han mostrado su disposición de legalizarlas -presentando para ello los correspondientes proyectos- y de retirarlas en caso de que sea imposible su regularización.

Según fuentes municipales, hasta que no se comenzó esta campaña el Concello no cobraba las sanciones que establece su propia normativa, ni tampoco las tasas procedentes de la necesaria licencia de obra para la colocación de las vallas. Con este proceso se pretende acabar con el caos actual en la instalación de estas estructuras.

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