Alertan de que son estafas típicas a mayores que viven en zona rural
David M.A., Lucía Elena R.G., e Inés L.M. deberán hacer frente a una multa de 360 euros tras haber sido condenados por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Verín por una falta de estafa. Asimismo, tendrán que abonar 227,35 euros a la víctima del engaño.
Los hechos por los que declararon ante la jueza en calidad de investigados ocurrieron el 12 de noviembre de 2014, en un domicilio de A Gudiña, cuando el hombre y una de las dos mujeres se presentaron en el lugar haciéndose pasar por instaladores de gas. Según los hechos probados de la sentencia, persuadieron a la propietaria del inmueble-la denunciante- y una vez en el interior realizaron un simulacro de revisión de la instalación de gas butano y un supuesto cambio de distintas piezas, motivo por el que solicitaron a la moradora 227,35 euros. Asimismo, suscribió un contrato de mantenimiento con la empresa Revisolgas S.L., cuya responsable es la tercera condenada.
Los hechos llegaron a judicializarse cuando la víctima, sorprendida por el montante del cobro, lo comentó con su hija, quien se percató de que en la factura que le dejaron los supuestos operarios aparecen reflejados varios cambios de piezas, cuando en realidad solo sustituyeron una, según recoge la denuncia que aquel mismo día presentó ante la Guardia Civil.
El responsable de Butacid S.L., que es la empresa con la que la víctima tenía contratados sus servicios, también denunció estos hechos, calificándolos como intrusismo laboral, ya que los visitantes hurtaron el contrato que la mujer tenía con su empresa, así como el certificado de revisión periódica que se había realizado en enero de 2014, con resultado favorable. El denunciante alerta de que "esta gente se aprovecha de la gente que vive sola, especialmente en el rural para darle un palo cuanto más grande mejor, careciendo del carné homologado y persuadiendo a sus víctimas".
