SOCIEDAD - OURENSE

El control al top manta brilla por su ausencia

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photo_camera Manteros en la calle del Paseo muestran su amplia gama de artículos.

El Paseo, escenario de un mercadillo ilegal y cada vez más extendido

Año nuevo, vida vieja. Las buenas intenciones surgidas tras el caos vivido la pasada Navidad  se han quedado en agua de borrajas. A falta de mercado medieval en las fiestas de Ourense, los vecinos y visitantes tienen otra opción, también "medieval", que es la de comprar todo tipo de artículos en el top manta "libre de impuestos", que sigue campando a sus anchas en la rúa do Paseo, principal calle de compras de la ciudad. 

La Federación de Comercio de Ourense, que ya ha solicitado por escrito una reunión con el nuevo alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, quiere trasladar su descontento con esta situación. Un gobierno que ha prometido ser sensible con el comercio, piensan, no debería dejar pasar la oportunidad de acabar con un mercado ilegal en pleno centro neurálgico de la actividad comercial. Ante un gobierno y una Policía incapaz de ponerle coto en los últimos años, y dos administraciones –la municipal y la estatal– que ni siquiera llegaron a entenderse en quién tiene la competencia para frenar a los manteros, los comerciantes suman a sus preocupaciones las de tener que lidiar a diario con personas que no pagan una sola tasa por ocupar el suelo público para instalar su propio mercadillo. 

Y lo hacen al más puro estilo medieval. Porque de todos es sabido que no son estas personas, en muchos casos con necesidades que les obligan a echarse a la calle, los que se lucran con la actividad ilegal, sino organizaciones mafiosas de más largo alcance cuyos dirigentes quizás desconozcan siquiera dónde se sitúa Ourense en el mapa. 

“No tenemos nada en contra"

"No tenemos nada en contra de esta gente, pero solo pedimos que se les habilite un espacio en un mercadillo o en la feria para que puedan vender, pero no en plena calle, cuando a los comerciantes locales se nos ponen trabas para hacer actividades en el exterior", explica la presidente de los comerciantes, Beatriz Gómez. 

De momento, poco se sabe de soluciones, mientras en las últimas semanas la actividad ha ido a más. 

“Suelen colocarse a las siete, ha habido hasta seis puestos a la vez"

"Suelen colocarse a partir de las siete de la tarde, llega a haber seis o siete puestos en hora punta", explica una trabajadora de un comercio cercano al lugar donde se instalan los manteros. "En alguna ocasión hemos visto cómo llega la Policía Nacional o pasa la Local y se disipan, pero en seguida regresan", añade su compañera.

El top manta ha tomado como punto fijo la rúa do Paseo, en la intersección con Concordia, com punto de fácil escapatoria en caso de la llegada de los agentes. Pese al fuerte control implantado la pasada Navidad tras las quejas de los comerciantes, la relajación policial ha vuelto a ser la tónica habitual. Bolsos, perfumes, juguetes y diversos productos para el ocio veraniego –también cedés– lucen estos días, con total impunidad, y con su particular periodo de rebajas. 

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