La ciudad ha estado viviendo varios cortes de tráfico en lo que va de verano. Primero las fuertes lluvias afectaron al asfaltado de la calle Celso Emilio Ferreiro, lo que obligó a llevar a cabo una obra para solucionar los problemas que causaron este deterioro del pavimento. Esta obra no solo afectó a esta calle, pues el problema se extendía al colector de agua que se encontraba más abajo, en la calle Curros Enríquez. La intervención provocó un corte en el primer tramo de Celso Emilio y la deshabilitación de uno de los carriles que conecta Curros Enríquez con la rotonda Mestre Vide.
Esta fue la primera obra de muchas, actuaciones que tuvieron lugar casi al unísono reduciendo cada más y más las alternativas de los conductores. La calle Bedoya, otra alternativa para acceder a la avenida de Buenos Aires también fue cortada por obras. También se cortó el tramo de la avenida de la Habana que va desde la calle Juan XXIII hasta la rotonda de Concepción Arena.
La Calle Valleinclán fue otra de las calles afectadas, sufriendo cortes que afectan al tráfico desde la rotonda de los Ramones hasta la avenida de la Habana. Este lunes, ya con el tramo de la avenida de la Habana abierto, se cortó el tráfico en la calle Curros Enríquez, desde la propia avenida hasta la rotonda.
Cada uno de los cortes no suponen un gran problema para los conductores que circulan por la ciudad, pero la suma de todos ellos, supone un embudo que obliga a la mayoría de usuarios a circular por las mismas calles, causando grandes aglomeraciones de tráfico en un contado número de calles.
