El soterramiento del trazado de la nueva infraestructura es la causa que impide el consenso entre las administraciones

La cota del AVE en O Pino impide enterrar la línea, advierte Fomento

El actual edificio de la estación de Ourense.
La conveniencia del soterramiento, o no, de la alta velocidad en el tramo urbano de O Vinteún y A Ponte es, hoy por hoy, el caballo de batalla que impide el consenso entre administraciones y con las fuerzas sociales y económicas de la ciudad en este asunto. Éstas, con todo, también derivan sus dudas hacia un segundo aspecto de la propuesta de integración presentada por el gobierno municipal, que está negociada y consensuada con el Ministerio de Fomento: los accesos a la futura estación, que consideran insuficientes para acoger todo el tráfico de vehículos y la concentración de viajeros que generará la nueva infraestructura ferrovia
Éstas, con todo, también derivan sus dudas hacia un segundo aspecto de la propuesta de integración presentada por el gobierno municipal, que está negociada y consensuada con el Ministerio de Fomento: los accesos a la futura estación, que consideran insuficientes para acoger todo el tráfico de vehículos y la concentración de viajeros que generará la nueva infraestructura ferroviaria.

En realidad, la propuesta del bipartito local en lo que al tramo urbano se refiere no contempla el soterramiento de las vías, sino una cobertura parcial en el trazado más próximo a la futura estación, en la zona del Empalme pero en un nuevo edificio intermodal. Alega, como Fomento, que afrontar un soterramiento demoraría el proyecto tres años y, además, obligaría a modificar el trazado ya construido en dirección Santiago porque al rebajar la cota en la ciudad habría que efectuar idéntica medida en la línea que sale de Ourense hacia la capital gallega, en las zonas de O Pino y A Burata.

Pero ambos tienen enfrente a los empresarios, que quieren una línea soterrada y una estación con más accesos viarios, y al PP, que además gobierna la Xunta, una administración imprescindible para impulsar la infraestructura en el futuro consorcio que aún ha de crearse. Los populares han hecho ahora suya la idea de soterramiento, argumentando que será el único modo de eliminar la fractura y el impacto del trazado en la ciudad, a pesar de que cuando gobernaban en Ourense y Santiago habían presentado una propuesta conjunta que discurría por el actual trazado del tren convencional y en superficie. Además, advierte Fomento, en febrero de 2004 (el PP también gobernaba entonces en Madrid) se adjudicó el proyecto de obra del tramo Ourense-Amoeiro de alta velocidad (dentro de la línea a Santiago) a una cota que impediría la actual posibilidad de soterrar el trazado. Desde entonces, dice, sólo fue posible sacar el trazado de la ciudad (hacia Montealegre y Oira) y rebajar en cuatro metros la cota por el casco urbano, para enlazar sin dificultades con la línea a Santiago; una medida, de todas formas insuficiente para afrontar un soterramiento en la ciudad.

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