Los datos de la evolución del mercado inmobiliario mantienen la preocupación entre los agentes del sector, después de que en el mes de junio se registrase una caída en las transacciones de casi un 40% en la provincia, pasando de los 298 inmuebles vendidos en dicho mes de 2010 a los 184 de 2011, según recoge el Instituto Nacional de Estadística.
En todo caso, las transacciones del primer semestre del año muestran un descenso mucho más leve, ya que las operaciones acumuladas en ese periodo ascienden a 1.200, lo que supone 80 transacciones menos que entre enero y junio de 2010. No obstante, temen que persista la destrucción de empleo en todas las áreas vinculadas a esta actividad.
Asimismo, en el sector persiste la preocupación por la competencia que ejercen las entidades financieras que, según sus perspectivas, se va a mantener en los próximos meses. En este sentido, el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense, Benito Iglesias, señala que han elevado al alza las previsiones del número de viviendas procedentes de embargos que podrían salir a la venta durante el presente año, y que podría situarse entre 700 y 1.000 unidades. Se trata de un rango bastante amplio, según argumenta, debido a las dificultades para obtener información que permita contabilizar este tipo de inmuebles. Añade que la mayor parte de estas propiedades se encuentran en la ciudad y su entorno, junto a concellos de Valdeorras, Carballiño y Celanova, fundamentalmente.
Esta circunstancia está provocando que, a pesar de que la construcción de obra nueva en la ciudad y en la provincia se mantiene en niveles mínimos, el stock de inmuebles a la venta no se reduce, tal y como reflejan los últimos datos del Ministerio de Fomento (con 3.945 viviendas a la venta en 2010, prácticamente la misma cifra que en 2009), debido a este incremento en el volumen de ejecuciones hipotecarias, según indica el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense, que provoca una continaa salida de nuevas propiedades al mercado.
TRABAS EN EL ALQUILER
Las dificultades en el acceso a la vivienda en propiedad no van acompañadas de una mayor agilidad en el mercado del alquiler. Así, los agentes inmobiliarios sostienen que muchos propietarios prefieren mantener sus viviendas vacías a alquilarlas por la inseguridad jurídica existente en caso de que surjan problemas con el inquilino. Mientras, los que sí acceden a arrendar sus viviendas reclaman garantías, como la presentación de la nómina y un aval bancario que garantice los pagos en caso de problemas. No obstante, los agentes inmobiliarios están encontrando cada vez más casos en los que no se llegan a formalizar operaciones por la negativa de las entidades financieras a realizar los avales.
Asimismo, en el sector persiste la preocupación por la competencia que ejercen las entidades financieras que, según sus perspectivas, se va a mantener en los próximos meses. En este sentido, el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense, Benito Iglesias, señala que han elevado al alza las previsiones del número de viviendas procedentes de embargos que podrían salir a la venta durante el presente año, y que podría situarse entre 700 y 1.000 unidades. Se trata de un rango bastante amplio, según argumenta, debido a las dificultades para obtener información que permita contabilizar este tipo de inmuebles. Añade que la mayor parte de estas propiedades se encuentran en la ciudad y su entorno, junto a concellos de Valdeorras, Carballiño y Celanova, fundamentalmente.
Esta circunstancia está provocando que, a pesar de que la construcción de obra nueva en la ciudad y en la provincia se mantiene en niveles mínimos, el stock de inmuebles a la venta no se reduce, tal y como reflejan los últimos datos del Ministerio de Fomento (con 3.945 viviendas a la venta en 2010, prácticamente la misma cifra que en 2009), debido a este incremento en el volumen de ejecuciones hipotecarias, según indica el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense, que provoca una continaa salida de nuevas propiedades al mercado.
TRABAS EN EL ALQUILER
Las dificultades en el acceso a la vivienda en propiedad no van acompañadas de una mayor agilidad en el mercado del alquiler. Así, los agentes inmobiliarios sostienen que muchos propietarios prefieren mantener sus viviendas vacías a alquilarlas por la inseguridad jurídica existente en caso de que surjan problemas con el inquilino. Mientras, los que sí acceden a arrendar sus viviendas reclaman garantías, como la presentación de la nómina y un aval bancario que garantice los pagos en caso de problemas. No obstante, los agentes inmobiliarios están encontrando cada vez más casos en los que no se llegan a formalizar operaciones por la negativa de las entidades financieras a realizar los avales.
