El artista ourensano Ignacio Basa- llo será recibido hoy, como académico de número electo, en la Real Academia Galega de Belas Artes, en un acto oficial que tendrá lugar en el Paraninfo del Instituto Otero Pedrayo, a partir de las 12,30 horas. El escultor leerá su discurso de ingreso, "Psicofonías de lo vivido" y, en nombre de la corporación, responderá la académica María Victoria Carballo-Calero.
¿Qué supuso para usted ser elegido académico?
Lo primero de todo, una gran sorpresa, porque esto surgió debido a que alguien me propuso. No es un reconocimiento que yo haya pedido. Quienes me comentaron la posibilidad y luego me propusieron fueron Acisclo Manzano, Manuel Buciños y Manolo Paz. Me sorprendí porque en la academia hay gente con una trayectoria mucho más importante que la mía. Después, de nuevo sorpresa, cuando me comunicaron que había sido aceptado.
¿Qué supondrá para usted?
No lo sé, un poco más de trabajo, supongo, ya que la sede de la Aca-demia está en A Coruña y habrá que acudir a las sesiones cada poco tiempo. Además, como la línea de la Academia parece ser ir incluyendo a gente más joven, aunque yo ya tengo 63 años, me centraré en que sea algo más visible y que se sepa qué hace y para qué sirve.
Exacto, ¿para qué sirve la Academia?
Bueno, para muchas cosas. Fundamentalmente, para hacer oír a los representantes de diversas disciplinas artísticas y sus necesidades. Además, ha dejado su ámbito más local de A Coruña para ser más gallega.
¿Qué papel desempeñará como académico?
Como no van a elegir a todos los académicos ourensanos, y aunque ahora hay dos en esta disciplina, (Acisclo y Buciños), quiero representar a la gente de la ciudad, aunque no sean escultores, y servir de altavoz. No va a ser lo mismo "Basallo dice" que "la Academia dice".
¿Cuál sería su reivindicación?
Sobre todo, más respeto por la cultura; aunque no seamos perfectos, entre todos algo haremos. Me molestó mucho, por ejemplo, cuando Jácome echó por tierra la utilidad de la Banda de Música con el argumento de que no era rentable, que un concejal diga esto me parece triste, la cultura nunca es rentable, pero sí necesaria. Es cierto que primero es dar a alguien de comer que comprar una escultura, pero también pueden ser compatibles ambas cosas.
¿Se siente reconocido?
Como todos, es una ciudad pequeña, con más apariencia que realidad. No porque, ¿en qué sentido me voy a valorar? Siempre va a ser más importante un futbolista, por ejemplo. Cada uno debe saber la parcela que ocupa y no podemos compararnos.
¿Qué contará en sus “Psicofonías do vivido"?
El discurso me ha llevado mucho trabajo y no iba a hablar de mí, así que decidí contar un poco que las cosas a veces suceden por constancia o casualidad, más que por capacidad. Recuerdo muchas cosas que me han venido a la memoria, cuento hechos del pensamiento. Lo que quiero hoy es quitarle solemnidad al concepto de artista, porque somos personas que hacemos lo que todo el mundo. Creo que nadie tiene predeterminado que va a hacer con su vida.
