En la diana no tuvimos mucha suerte, pero nos llevamos muchos compañeros”, explica Marcos Tena, uno de los cuatro ourensanos que viajaron hasta Corea del Sur para la competición mundial de dardos Phoenix el mes pasado, junto a otras 3.000 personas. Sus tres compañeros de equipo, Manuel Pérez, Martín Martínez y Rubén Cidre, están de acuerdo en que fue “una experiencia inolvidable”.
“Yo estaba muy nervioso, al jugar en primera categoría, pero Manu y Martín quedaron novenos en 2ª y 3ª categoría respectivamente”, cuenta Tena. Al final, la posición es lo de menos: “Fue espectacular y nos llevamos muchos compañeros de España”. El ourensano hizo migas hasta con los galos para apuntar a la diana, aunque usaron el traductor para entenderse.
Por su parte, Manuel Pérez destaca el civismo de los coreanos y la seguridad en la calle: “Había tiendas de helados de autoservicio sin dependientes, la gente paga y se va. Dejan los móviles y carteras encima de las mesas y no pasa nada, hay bicicletas y patinetes sin candado por la noche”. De Seúl le sorprendieron “los rascacielos” , mientras que la comida, por sus especias, les dejó un mal sabor de boca.
En el campeonato disfrutaron de una gran variedad de juegos, fuera y dentro de la competición. Pérez cuenta que, en uno de ellos, “te ponían guantes gigantes con los que no podías apuntar”. Aunque no se llevaron trofeos, lograron muchos premios secundarios como darderas (para guardar los dardos), puntas o tarjetas de juego. “Hubo hasta una exhibición de kárate y danzas típicas”. Seguirán entrenando en el Bar Prisma este invierno para repetir experiencia el año que viene. Su próxima meta: “Viajar hasta las Vegas o Hong Kong”, afirma Tena.
