Lanzar un dardo a 10.000 kilómetros de casa: cuatro ourensanos, entre los mejores del mundo

Muchas de las mejores historias de la modernidad se han fraguado en locales de hostelería, desde fichajes de fútbol escritos en una servilleta hasta los negocios de la mafia o las mejores historias de amor. Ya lo cantaba Gabinete Caligari en el 86: “Bares, qué lugares tan gratos para conversar”. Fue en los bares, tan importantes para la sociedad ourensana, donde los integrantes del ahora equipo Bar Prisma se encontraron poco a poco, por casualidad. En los bares de Ourense descubrieron su pasión: los dardos. Manuel Tena, de 49 años, trabaja en una bodega; Manuel Pérez (42) es técnico de mantenimiento; Rubén Cidre (39) es carretillero jubilado y Martín Martínez, carnicero (32). “Jamás nos hubiéramos imaginado que podríamos llegar a viajar por los dardos”, asegura Cidre. Del 11 al 18 de julio estarán compitiendo en el campeonato mundial de diana electrónica organizado por la empresa Phoenix en la capital de Corea del Sur, Seúl. Allí se medirán con equipos de otros países en rondas clasificatorias, al mejor de cinco, en primera categoría. Las modalidades son los más conocidas en España: “El cricket, que consiste en ir cerrando números, del 20 al 15; y el 501, que consiste en bajar la máxima puntuación y después cerrar en doble”, explica Tena, que añade que buscan patrocinio: “Allí nos pagan el vuelo, dormir en el hotel y una comida, el resto corre a nuestro cargo”. El más veterano, Tena, es el que más experiencia tiene compitiendo: “Unos 15 años”. El más joven, Martínez, afirma que aunque “ya jugaba desde los 17 años” compite desde hace seis. Los otros dicen que “más o menos por ahí”. “Básicamente nos miramos con ojitos como diciendo ‘este también juega bien, vamos a hacer un equipo”, confiesa Cidre. Desde que crearon el equipo, en 2018, ya se habían clasificado para llegar al Mundial de 2019, “pero el covid lo fastidió”, cuenta Tena. “Por eso este campeonato es tan importante, va a ser de grandes dimensiones”, añade. Igual que en 2018, hace nueve días compitieron en A Coruña y según Martínez, a pesar de que no contaban con ganar, “sonó la flauta”. De hecho, pensaban que no podrían jugar el torneo gallego porque Tena no podía llegar a tiempo por el trabajo. “No sé cómo lo hizo, pero media hora antes estaba allí”, añade riendo Martínez. Por su parte, Pérez menciona a Iván Rial, un integrante que ya no está por culpa de una lesión de hombro: “Sin él no nos podríamos haber clasificado para A Coruña”. De Corea esperan ganar porque “la ilusión siempre se tiene”, dice Martínez. Tena apunta a “conocer la comida de su cultura”. “¡Y hacer turismo! Siempre pensando en papar!”, le responde Cidre, que concluye contundente: “El mayor regalo es que vamos a hacer este viaje juntos; es algo que va a ser inolvidable, independientemente del resultado”.