DELITOS

Los delitos contra la intimidad se hacen hueco en los juzgados ourensanos

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photo_camera La divulgación de imágenes eróticas obtenidas fuera del alcance de la mirada de terceros es delito.

El Penal 1 juzgará a un hombre que difundió un vídeo sexual para exigir a una amiga el pago de una deuda 

Los juzgados gallegos incoaron el pasado año 233 diligencias por delitos contra la intimidad, un 12,02% más que un año antes. Un capítulo en el que la mayor parte fueron por descubrimiento de secretos (78) y la violación de morada (79). En Ourense, los delitos contra la intimidad representan un veintena de diligencias al año, con mayor incidencia de los allanamientos de morada.

No obstante, la revelación de secretos ha pasado de ser una anécdota en los juzgados ourensanos  a sentarse cada vez más en las salas de vistas, con una media de  ocho sentencias al año. Todas ellas, con el trasfondo de las nuevas tecnologías. Desde casos de exparejas despechadas que utilizan las redes sociales para difundir contenidos íntimos (fotografías o vídeos) a estrategias para exigir el pago de una deuda.

Este es el caso de Francisco José G.L. (26 años) quien esta semana responderá en el Juzgado de lo Penal 1 de un delito de coacciones y revelación de secretos. Está acusado de enviar cientos de mensajes por WhatsApp, incluso de madrugada, entre los días 2 y 11 de noviembre de 2016, a una conocida suya a la que conoció por internet para exigirle el pago de los 100 euros, "en efectivo o especie", que le había prestado hacía cuatro años. De lo contrario, según consta en la denuncia, difundiría fotografías y un vídeo sexual que ella voluntariamente le había enviado pero para uso exclusivo y personal. 

Tanto en los mensajes como en las llamadas telefónicas, el inculpado, según la fiscalía, era contundente: o le devolvía el dinero prestado o divulgaría las imágenes íntimas entre su familia, incluido el novio. El inculpado, según sostienen las acusaciones, llegó a reenviar el vídeo a la hermana de la denunciante, quien no conocía los pormenores, el 8 de noviembre de 2016.

La fiscal reclama una pena de 12 meses multa a razón de siete euros al día, además de nueve meses multa, a siete euros al día por los delitos de coacciones y revelación de secretos, además de 600 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños y perjuicios ocasionados.

La acusación particular interesa pena por revelación de secretos y por amenazas (plantea la alternativa de coacciones). En este caso, es partidaria de 18 meses de prisión (ocho por la revelación de secretos y 10 por las amenazas). La responsabilidad civil la eleva a 900 euros.

“Sólo quería mi dinero"

El inculpado no considera que haya delinquido. Según su defensa, llamó y mandó mensajes "en varias ocasiones" para intentar que le devolviera el dinero prestado, pero la joven no le cogió el teléfono.

Reconoce que tenía en su poder un vídeo "altamente erótico-sexual" que de forma voluntaria y por iniciativa propia la denunciante le envió sin saber por qué. Asimismo, reconoce que contactó con la hermana de la perjudicada por las redes sociales y que le envió el vídeo para que le dijera  que le tenía que devolver los 100 euros, pero "convencido de que no cometía ningún delito y con la sana intención de que le devolviera la cantidad prestada". 

Desde imágenes eróticas en YouTube a cuentas en Badoo

En lo que va de año, los dos juzgados de lo Penal de Ourense se han pronunciado con contundencia sobre estos delitos:

Juan C. P. fue condenado en julio a un año de prisión, 720 euros de multa y 6.000 euros de indemnización  por daños morales por  divulgar en YouTube vídeos eróticos de una vecina de Leiro, ya fallecida, con la que mantuvo un breve romance a finales de 2010. Sin el conocimiento de la mujer, grabó los contactos íntimos que mantenían a través de la webcam de sus respectivos ordenadores. 

En mayo, Iago V.S. fue condenado a 16 meses de prisión y una multa de 1.440 euros por un delito de descubrimiento y revelación de secretos en tanto que, según la sentencia del Juzgado de lo Penal 2, en septiembre de 2014 accedió a la cuenta de Facebook de su exnovia y se hizo pasar por ella en comunicaciones con otras personas asignadas a sus contactos. En concreto, con un antiguo compañero de estudios  al que invitó al cine.

A mediados de noviembre, Daniel R.F. aceptó el pago de una multa de 720 euros por colgar una foto de una amiga con el torso desnudo en su perfil de una red social. En agosto del 2015,  pidió a una amiga que le prestara el teléfono móvil con el objetivo de realizar una llamada. La mujer aceptó y él  aprovechó para revisar su galería de fotos y robarle una que se había hecho tiempo atrás con el torso desnudo, enviándola directamente a su teléfono móvil.

La última sentencia por revelación de secretos es de finales del pasado mes. La jueza impuso un año de cárcel y multa a María del Mar A. por crear un perfil falso en Badoo para humillar a la mujer que salía con el que había sido su novio. Creó la cuenta "Mary 38" y simuló que la usuaria era la víctima, con dos fotografías de la misma cuya utilización no le estaba permitida.

La condenada, en la cuenta, hizo referencias a la vida sexual de la perjudicada, llegando a calificarla de bisexual con anuncios tales como que quería tener una cita con alguien entre los 32 y 42 años ya que su relación de pareja era abierta. Incluso, llegó a manifestar que tenía cierta adicción la bebida. La denunciante sufrió daños morales por lo que la acusada tiene que pagarle 3.850 euros. 

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